Barça Lassa - Unicaja: La gran reválida

La Copa del Rey es un torneo especial, único y con ciertas dosis de imprevisibilidad y margen para la sorpresa. Lejos del cartel de favorito y con la necesidad de reivindicar el valor de un nuevo proyecto llega el Barça Lassa al torneo copero. Posiblemente no exista mejor escaparate para escapar de las dudas, de las miserias de una temporada marcada por las lesiones y unos resultados, juego y, sobre todo, imagen muy lejos de la esperada y exigible. 

No hay otra opción que responder y dar el do de pecho en una competición que se decide en tres días y que, como cada año, es uno de los grandes objetivos de la temporada. Y en esta campaña, con el adiós a la  Euroliga prácticamente hecho, la Copa del Rey se presenta como una ‘bala’ de incalculable valor y quien sabe si definitiva. Un punto de inflexión que puede marcar el destino de un equipo para el que esta torneo puede ser una auténtica vía de escape o el inicio de  una condena que arrastrar hasta el final de la presente campaña.

RETO DE ALTURA

La dificultad del reto es máxima y la exigencia del mismo también. Lo es porque enfrente está un Unicaja en un excelente estado de forma y porque los azulgranas deben tratar de superar su eliminatoria de cuartos sobreponiéndose a la precaria situación física con la que afronta una batalla que no admitirá treguas de ningún tipo. 

A la conocida baja de Navarro, intervenido de una apendicitis aguda el pasado martes, se suma la también segura ausencia de Doellman que no llega a tiempo para enfrentarse al cuadro malagueño. Las dudas de Renfroe y Oleson son a día de hoy el gran interrogante que tiene ante sí el técnico heleno. El base posiblemente estará a disposición de Bartzokas mientras que la participación del escolta es casi imposible.

Pese a las circunstancias adversas, el equipo confía en centrarse de lleno en un torneo que saben representa una oportunidad de oro para escapar de las malas sensaciones en las que llevan instalados en un 2017 negro con 5 victorias en 13 encuentros..  “La Copa es un torneo especial. Todo el mundo lo quiere ganar, nosotros también. Cuando estás en una posición donde puedes ganar un trofeo, todos dan lo mejor de sí. Vamos a luchar hasta el final y a ver cómo acaba esto”, aseguraba Ante Tomic desde Vitoria. El croata aseguró que el equipo “no está pensando en lesiones y está con ganas para competir”.

Poder partir de cero es la gran esperanza de un equipo centrado exclusivamente en poder competir al más alto nivel en tres días. “En torneos así no hay ni favoritos ni tapados. Todo el mundo empieza de cero, con ocho equipos muy buenos. Cada equipo tiene su oportunidad”, concluyó Tomic.

UN RIVAL TEMIBLE

Delante estará un Unicaja que llega a Vitoria con la sensación de estar ante una oportunidad única. El equipo de Joan Plaza está dispuesto y preparado para tratar de hacer daño a un Barça Lassa ‘tocado’.  El equipo malagueño contará con todo su potencial para intentar apear del sueño copero a los azulgranas. Los puntos de Nedovic y el potencial interior de Musli y  del recién llegado Omic son las grandes amenazas de los andaluces.