PLANES ELÉCTRICOS

La electrificación de Subaru, ni está ni se la espera

La estrategia de Subaru es distinta a la de la mayoría y prefieren esperar y entrar tarde, a gastarse un dineral en I+D.

La estrategia de Subaru pasa por esperar y ver como evoluciona el sector.

La estrategia de Subaru pasa por esperar y ver como evoluciona el sector. / SUBARU

Àlex Soler

Àlex Soler

El perfil de comprador de un Subaru suele ser el de un aventurero al que le gusta hacer excursiones por la montaña, pasar horas recorriendo caminos con la gran capacidad 'off-road' de sus vehículos y divertirse en la carretera con el dinamismo de sus motores. Sin embargo, la marca, tan asociada a los paisajes naturales que ofrecen las cadenas montañosas, no tiene intención de apuntarse a la tendencia de electrificarse. Como adelantó Motor Zeta, la mayoría de grupos automovilísticos ya tienen una hoja de ruta bien definida para hacer frente al reto de la electrificación, pero Subaru, de momento, no pasará de una versión híbrida del XV.

Toda su oferta actual, antes de la llegada de la variante híbrida enchufable (PHEV) del XV exclusivamente para el mercado norteamericano, donde recibe el nombre de Crosstrek, se propulsa mediante combustibles fósiles. Sin embargo, para que, de momento, Subaru no irá más allá por el camino de la electrificación y su primer vehículo 100% eléctrico parece estar muy lejos aún. Tom Doll, presidente ejecutivo de Subaru Estados Unidos, admitió en Bloomberg que no les interesa entrar al trapo en un segmento con una competencia feroz. "Si sacamos uno ahora, vamos a estar compitiendo en el mercado con todos los demás. De este modo, podemos dejar que ellos lo arreglen y, entonces, podemos entrar", dijo.

UN RITMO CONSERVADOR

Subaru, igual que otras marcas como Mazda, está manteniendo un ritmo conservador en la transición de los motores de combustión tradicionales hacia la electrificación de sus modelos. Mazda, por su parte, afirma que la eficiencia de sus nuevos motores Skyactive les brinda la posibilidad de moverse más lentamente en este sentido. Hasta hace poco, el Grupo FCA también habría entrado en este saco, pero el anuncio de su inversión de 9.000 millones de euros en la electrificación de sus marcas le ha eliminado de la ecuación.

Subaru y estas otras marcas argumentan que, fuera de China, la demanda de eléctricos representa una de cada 50 ventas de vehículos, que la infraestructura de carga es escasa y que la tecnología necesaria para crear eléctricos aún está en una fase primitiva y es muy costosa. Además, recordando uno de los motivos que daba Sergio MarchionneCEO del FCA, antes de apuntarse al carro de la electrificación, la marca japonesa sabe que hay muy pocos fabricantes obteniendo beneficios a partir de sus eléctricos. 

EL CONTRASTE

Este lento avance de algunas marcas, siguiendo la estrategia del ''Wait and see", esperar y mirar, contrasta con la ofensiva que están llevando a cabo algunos grupos, como el Volkswagen, que lidera actualmente con 17 vehículos electrificados en su oferta, seguido de BMW con 13. Incluso algunas de las marcas tradicionalmente más conservadoras prevén una gran ofensiva, como General Motors, que no solo planea tener 20 100% eléctricos en 2023, sino que ya es uno de los líderes de la carrera por la conducción autónoma.

La estrategia de Subaru, pues, y de otras marcas, consistiría en esperar y que otras marcas hagan grandes inversiones en investigación y desarrollo de tecnología. En un futuro, cuando el precio de las baterías y del resto de componentes necesarios hayan bajado, las medidas de emisiones se sigan endureciendo y la demanda crezca, intentar entrar en el mercado firmando acuerdos con proveedores de la tecnología y estar, sin la necesidad de gastarse un dineral, en la carrera por convertirse en referencia del sector. 

LOS RIESGOS

La estrategia, sin embargo, puede ser tan arriesgada como lo es intentar ir antes que nadie. Según apunta la agencia Bloomberg, llegar tarde es arriesgarse a perder demanda en un ecosistema de clientes cada vez más sensibles al cambio climático y el medio ambiente, además de no poder fichar a los mejores ingenieros en la materia, que ya hará tiempo que están comprometidos con otras marcas. Por último, también es una amenaza que no encuentren proveedores de calidad porque estén trabajando con otras marcas. La inversión de 50.000 millones de Volkswagen para firmar contratos con proveedores de batería va en esta línea. No solo se aseguran tener baterías, sino también que otras marcas tendrán más dificultades para acceder a ellas.

Según Bloomberg, los vehículos eléctricos serán competitivos en cuanto a precio para 2024. De hehco, Volvo, una de las marcas que más apostará por la electrificación, ha admitido durante la presentación de sus nuevas ambiciones financieras y operativas que esperan que la mitad de sus ventas en 2025 correspondan a modelos eléctricos, un tercio con sistemas de conducción autónoma. Cuando Subaru quiera subirse al carro de la electrificación, corre peligro de no conseguir atrapar a rivales como Volvo o Volkswagen. "Prefiero ser el último y hacerlo bien, que ser el primero y destruir la imagen y reputación de mi marca", dijo Doll para sentenciar sus explicaciones.

Solo cuando Subaru empiece a electrificarse podrá debatirse la efectividad de una estrategia tan válida como arriesgada.