COCHE ELÉCTRICO

Diferencias entre los distintos tipos de baterías

Los coches eléctricos se integran cada vez más en nuestra vida cotidiana, sin embargo aún existen muchas incógnitas en relación con las baterías.

Coche eléctrico

Coche eléctrico / AGENCIAS

Los vehículos eléctricos, en realidad, funcionan de igual manera a aquellos que no lo son. Unos almacenan energía química en forma de gasolina o diésel, mientras que los otros almacenan energía eléctrica en baterías recargables. La diferencia, pues, se encuentra en la forma cómo almacenan y transforman esta energía. Los vehículos eléctricos se mueven gracias a motores eléctricos que resultan mucho más ecológicos a la hora de transformar la energía que los gasolina o diésel pero, de momento, no son capaces de almacenar en baterías la suficiente energía como para que la autonomía del vehículo sea equivalente a sus competidores más convencionales.

Los eléctricos, como ya sabrás, almacenan la energía en baterías. No obstante, existen distintos tipos de baterías que ofrecen distintas características con sus efectos negativos y positivos cada uno de ellos. Veamos cuáles son estas características y estos efectos.

Batería de plomo. Ésta es, sin duda, el tipo de batería más utilizada hoy en día –ya que todos los vehículos llevan al menos una– y, al mismo tiempo la más antigua de todas, sin haber sufrido grandes cambios desde su invención durante el siglo XIX. Su bajo coste las convierte en ideales para los eléctricos, siendo utilizadas como acumuladores en vehículos de pequeño tamaño. Sin embargo, cuenta con desventajas como su excesivo peso, la toxicidad del plomo y su lenta recarga. En cambio, es la tecnología que utiliza la batería de 12V de cualquier vehículo con motor diésel o gasolina, muy probada, fiable y robusta, cuya función principal es la del arranque del motor de combustión.

Batería de níquel-metal hidruro. Este tipo de batería cuenta con la ventaja de resultar poco agresiva para el medio ambiente. No obstante, en contra tiene su constante mantenimiento y su deterioro frente a altas temperaturas, altas corrientes de descarga o sobrecarga, por lo que se tiene que tener especial cuidado con ellas. Son las que se utilizan, fundamentalmente, en los vehículos híbridos que se fabrican actualmente, siempre con la intención de rebajar su consumo y sus emisiones contaminantes. Almacena muy poca cantidad de energía y se aprovecha para reducir el consumo que supone utilizar el motor de combustión en casos como el arranque desde parado, por ejemplo.

Batería de ion litio. Estas baterías son las más avanzadas que se encuentran en el mercado para la tracción de vehículos eléctricos. Son muy nuevas y están formadas por un electrolito de sal de litio, por cobalto y por oxido. Los nuevos materiales como el litio han permitido beneficios como la consecución de altas energías específicas, alta eficiencia, eliminación del efecto memoria, ausencia de mantenimiento y facilidad a la hora de reciclar sus desechos. Aunque, como es natural, también cuentan con ciertas desventajas tales como su alto coste de producción, su fragilidad y el especial cuidado a la hora de almacenarlas, ya que necesitan un ambiente frío, además de estar parcialmente cargadas. Aun así, las ventajas son mayores, ya que son realmente capaces de almacenar mucha mayor cantidad de energía ocupando un espacio menor y siendo más ligeras que el resto de tecnologías que encontramos actualmente en el mercado.