El día que el Depor se despertó del sueño de jugar una final de Champions

Se cumplen 20 años de la cruel derrota del Depor ante el Oporto de Mourinho en la vuelta de la semifinal de Champions 2003-04

La expulsión de Andrade penalizó al equipo de Irureta, que había empatado sin goles en la ida.

Scaloni, en la semifinal ante el Oporto

Scaloni, en la semifinal ante el Oporto

Javier Giraldo

Javier Giraldo

"Riazor se llenó de lágrimas negras cuando se veía a las puertas del cielo, la cima europea, en cruel 'deja vu' del penalti fallado por Djukic que le costó una Liga", escribió el diario 'El Mundo'.

Estaban a punto de cumplirse diez años del penalti de Djukic y el deportivismo vivía días de gloria: se enfrentaba en las semifinales de la Champions al Oporto de Mourinho, que el año anterior había ganado la Copa de la UEFA.

La eliminatoria estuvo realmente igualada: por momentos, el Deportivo se vio en la final de Champions que se iba a disputar en Gelsenkirchen (Alemania).

Pero el sueño concluyó hace exactamente 20 años: el 4 de mayo de 2004, el Depor había empatado a cero en Oporto, y recibía en la vuelta al equipo luso. Apenas 300 kms separan ambas ciudades, por cierto.

Mourinho en los altares

"El dinámico y tácticamente impecable Oporto de Mourinho apeó al Depor de la final de la Champions tras tomar Riazor (0-1) con un gol de penalti, palabra tabú en Riazor, transformado por Derlei. El genial Deco y Maniche impusieron recorrido y clase frente un grupo atenazado por lo mucho que estaba en juego... Otra vez tanto remar, que dijo Fran, para ahogarse en la orilla", abundaba el cronista.

La expulsión de Andrade, por una absurda patada a Deco (curiosamente, ambos eran muy amigos, porque habían jugado juntos en el Oporto) penalizó especialmente a un Depor que por fútbol y calidad, bien hubiera podido jugar la final.

Efectivamente, el sueño del Depor murió en la orilla. Mourinho, en cambio, se alzaría con su primera Champions días después, en la final ante el Oporto. Y poco después, firmó como entrenador del Chelsea para convertirse en el técnico mejor pagado del mundo.