El Bayern se olvida de Guardiola para conquistar la Supercopa

El Bayern de toda la vida conquistó la Supercopa de Alemania frente a un Borussia Dortmund desafortunado en ataque y derrumbado a la contra.

La filosofía de Guardiola, de entrada, se quedó en el congelador pero el equipo de Ancelotti recuperó un trofeo que perdió en los tres años anteriores. Campeón en 2012 a las órdenes de Jupp Heynckes, el club bávaro fue superado, ya bajo el mando de Pep Guardiola, por el equipo de Dortmund en 2013 y 2014 y por el Wolfsburgo en 2015. La llegada de Carlo Ancelotti a Múnich cambió la suerte este domingo.

Y lo hizo aparcando sin disimulo el juego de toque que impuso el entrenador catalán, demostrando su sucesor las diferencias entre ambos. Si Pep apostaba habitualmente por tres medios ofensivos por delante de dos mediocentros, el italiano recuperó, de entrada, su legendario 'árbol de Navidad' (4-3-2-1) del Milan.

Además, devolvió a Lahm y Alaba a los laterales y regaló esa libertad que tanto echó a faltar Ribéry con Pep... Tantas variaciones parecieron desconcertar al Bayern, que no solo se vio tuteado por el Borussia, sino, en varios pasajes del partido superado por su intensidad y mayor claridad táctica. Pero a fin de cuentas le sonrió la victoria.

Neuer se mostró imperial bajo la meta bávara al tiempo que las alegrías y ambición ofensiva del pasado daba paso a una idea mucho más conservadora. Y el contragolpe volvió a tomar el protagonismo. Y a partir de él se llevó el Bayern la victoria.

Sucedió a los 58 minutos, cuando una jugada iniciada por Ribéry acabó con un centro al área que fue rematado por Arturo Vidal. Roman Buerki despejó su disparo... Pero solo el chileno acudió al rechace y anotó el gol que comenzó a darle el título al Bayern.

El 0-1 supuso un golpe anímico del que ya no se recuperaría el Borussia, que perdió el ánimo y la posición. Así, la última media hora fue mucho más cómoda de lo esperado para el equipo de Ancelotti, que sentenció su triunfo en el minuto 79, tras un corner que remató con la cabeza Hummels para remacharlo Müller.

Y fin de la historia.