La curiosa razón de por qué el Neolítico nos hizo más propensos a sufrir infartos hoy en día

Conocer el pasado a fondo es importante para saber por qué pasan diversas situaciones en el presente 

El Neolítico hizo que aumentaran los infartos en la actualidad

El Neolítico hizo que aumentaran los infartos en la actualidad / SPORT.es

El Neolítico fue el último periodo prehistórico de la Edad de Piedra y supuso una auténtica revolución para la humanidad. Este periodo abarcó del 6.000 al 3.000 a.C. y tuvo gran importancia es nuestra cotidianidad de la actualidad.

Y es que, según un equipo de investigadores del Centro Helmholtz para la Investigación de Infecciones de Hannover, en Alemania, han hecho un estudio comparando cientos de secuencias de ADN de antiguos esqueletos recuperados en excavaciones de toda Europa.

La conclusión de esta investigación es que el Neolítico nos hizo a los europeos más altos y de piel y cabello más claros pero también oscureció nuestros ojos y, según parece, nos hizo más propensos a sufrir accidentes cardiovasculares.

Una vez que apareció la agricultura y la ganadería, se produjeron cambios de hábito y de alimentación, lo que provocaron alteraciones en el organismo de los Homo sapiens que se transmitieron a las generaciones posteriores y quedaron fijadas en su código genético.

Según el artículo de 'Frontiers in genetics', pueden reconocerse cambios en los genes que determinan la altura, el color de la piel o el peso, pero también en el metabolismo de los lípidos, la inteligencia y la predisposición a sufrir enfermedades cardiovasculares (que también son un fenotipo, aunque no sean características perceptibles sensorialmente).

Pero, si el objetivo es la adaptación al entorno, ¿qué ventaja evolutiva tiene ser propenso a sufrir un ataque al corazón?  Una de las conclusiones más llamativas del estudio es, tal vez, la evidencia del aumento de los factores genéticos que conducen al desarrollo de la enfermedad arterial coronaria, lo que se relaciona con una disminución constante del colesterol HDL, el "colesterol bueno". Esto podría deberse a que la "recompensa" fuera un aumento de la capacidad intelectual.