Ontinyent: Una boda... y un ascenso a Segunda B

Iván Vallés, felicitado tras su gesta en la tanda de penaltis

Iván Vallés, felicitado tras su gesta en la tanda de penaltis / ONTINYENT CF

Lluís Payarols

Lluís Payarols

El histórico Ontinyent es uno de los 18 clubes de Tercera que ha logrado el ascenso a Segunda B. Pero este ascenso será recordado por muchos años, sobre todo por un héroe inesperado, el joven portero de 19 años Iván Vallés, que asumió la responsabilidad porque el titular durante toda la temporada, Raúl Poveda, no pudo jugar porque tenía programada su propia boda.

El conjunto valenciano tuvo que sufrir ante el Alavés B, pese a que se presentaba en las instalaciones de Ibaia con la teórica tranquilidad del 3-0 en el partido de ida en El Clariano. Quizá esa circunstancia dio calma al propio Poveda, quien no podía acompañar a su equipo por esta curiosa coincidencia. Sin embargo, la historia cambió radicalmente.

Y no solo porque el filial del Alavés logró igualar ese 3-0 y forzar la prórroga. El Ontinyent se fue al descanso con un jugador menos por la expulsión de Cristo y ya en el tiempo extra, después de que Llamas también fuera expulsado en el equipo babazorro, acabó el partido con nueve jugadores ya que Fuentes también vio la roja.

La suerte de la eliminatoria debía decidirse desde los once metros y las dudas sobre cómo iba a responder el joven Iván Vallés, sobre todo por los tres goles encajados en el partido, se cernían entre los aficionados del Ontinyent. Pero el portero se creció ante esa responsabilidad y silenció las instalaciones de Ibaia cuando detuvo el primer lanzamiento a Iglesias y el tercero a Jon Ander

Sus compañeros Alberto Abengózar, Francesc, Ángel Ortega y José Antonio Soler no fallaron y el conjunto de la Vall d'Albaida certificó su sufrido retorno a la Segunda División B. Horas más tarde y ya con el anillo de casado en su mano, el portero Raúl Poveda se acordó de su compañero en las redes sociales.

Una curiosa historia con final feliz para un joven portero que se ha ganado a pulso el figurar con letras de oro en la larga historia del Ontinyent.