El PSG no es el Bayern, pero tampoco me gusta

El presidente del PSG se muestra optimista

El presidente del PSG se muestra optimista / AFP

Pichi Alonso

Pichi Alonso

individualidades por encima del colectivo. Como a la mayoría, el rival a evitar en este primer sorteo de cruces no era otro que el Bayern: el primer objetivo ya está cumplido. A partir de aquí, particularmente, a mí no me gusta el PSG. Sé que no está bien, que Emery es cuestionado, pero aun así sigo pensando que es una plantilla plagada de individualidades que en un buen día puede resolver un partido e incluso una eliminatoria. La memoria azulgrana no debería olvidar que al menos en un par de ocasiones ha rozado el KO frente a los franceses. El PSG de esta temporada no anda fino ni en defensa ni tampoco en ataque, donde echa mucho de menos a Ibra. Pese a todo, un equipo que puede alinear a jugadores como Cavani, Rabiot, Verratti o Matuidi merece el máximo de los respetos. Mucho cuidado con ellos.

Unai Emery sigue reclamando tiempo. El inicio de temporada ha sido de lo más complicado para el PSG. El nuevo técnico, Unai Emery, da la sensación que necesita de más tiempo del esperado para inculcar su particular manera de trabajar, un modelo en el que el colectivo debe ganar mayor peso, a modo y semejanza de lo vivido con el Sevilla en las últimas temporadas. El plazo de adaptación todavía no se ha agotado y, por el momento, el propietario asegura que confía plenamente en el entrenador español. Lo que sí garantiza el PSG es que se trata de un equipo que intentará tutear en todo momento al Barça. Los franceses querrán el balón, llevar la iniciativa y mandar en todo momento sobre el terreno de juego. Un sistema que, salvando las distancias, conceptualmente me recuerda al Arsenal. Muy pocos equipos del continente están en disposición de aceptar estos riesgos cuando deben medirse al Barça en una eliminatoria de 180 minutos.