El Barça mejoró... pero no suficiente

El Barça necesitaba ganar el clásico para seguir vivo en la Liga. Pero, sobre todo, para recuperar la confianza perdida después de los últimos tropiezos ante el Málaga y la Real Sociedad. De hecho, el duelo con el Madrid en el Camp Nou era una prueba de fuego para un equipo que parecía haber perdido su identidad. Y con ella, 12 puntos en 13 jornadas que ponían en peligro el campeonato. El Barça estaba obligado, pues, a lograr la victoria. Una victoria que debía ser el inicio de la recuperación blaugrana. Pero la victoria, lamentablemente, no llegó. Y el Barça quedó muy tocado. Demasiado. 

La primera parte estuvo marcada por las imprecisiones de un Barça sin control y sin recursos ofensivos. Sin fútbol, en definitiva. Mientras el Madrid, con su estilo rupestre, llegaba con más facilidad al área de Ter Stegen. Y es que los blancos necesitan muy poco para crear peligro. Todo lo contrario que los blaugranas: o juegan muy bien o no dan miedo. De hecho, Keylor Navas fue un espectador más durante los primeros 45 minutos. Lo cual dice muy poco de un Barça que, a pesar de tener más necesidad de ganar que el Madrid, fue incapaz de crear ni una sola ocasión de gol.

En el segundo periodo todo cambió. Un milagroso cabezazo de Luis Suárez rompió al Madrid. El delantero uruguayo puso el 1-0 en el marcador y el escenario se transformó. A ello ayudó, por supuesto, la entrada de Iniesta. El Barça volvió a ser un equipo reconocible y, a partir de su estilo, dominó el partido. Jugando como sabe, el Barça es superior a cualquier rival. Incluído el Real Madrid. Y quedó claro en una segunda parte en la que los blaugranas, por mediación de Neymar o Messi, pudieron aumentar su ventaja. Pero no hubo suficiente acierto en el remate. Y se pagó caro. Demasiado caro.

 Porque Sergio Ramos (otra vez Sergio Ramos!!!) empató con otro cabezazo soberbio en el último minuto. Un gol agónico que dejó KO al Barça. Y le sirve al Madrid para mantener sus 6 puntos de ventaja. El Barça mejoró. Pero no fue suficiente. Una pena.