LA OPINIÓN

De la desaparición de Rosell a las elecciones de Bartomeu

Rosell y Bartomeu, en una imagen de archivo

Rosell y Bartomeu, en una imagen de archivo

Joan Vehils

Relevo sonado. A Bartomeu le cogió casi tan de sorpresa como al resto de los culés. Rosell solo se lo había comunicado un día antes de que se filtrara a la prensa y de que abandonara el club tras leer un triste y escueto comunicado. Aún hoy, hay amigos suyos que no entienden qué le pasó. Toda la vida soñando ser presidente del Barça y a las primeras de cambio lo deja... Desde entonces, no ha pisado el Camp Nou en día de partido. Sea por lo que sea, la salida de Rosell provocó que se rebajara la tensión entre el barcelonismo y, a su vez, ayudó a ensalzar la figura de Bartomeu. Hasta aquellos días, Bartomeu era ‘Bartu’. Es cierto que ocupaba la vicepresidencia deportiva, pero era más conocido por ser el amigo de Sandro que por su cargo. Sin embargo, tuvo una buena entrada y, con un tono mucho más cordial y cercano, se acercó al socio y superó, con nota, el referéndum del estadio. Ese ha sido su principal éxito. Luego, ya saben, el ‘caso Neymar’, la Acción de Responsabilidad, la sanción de la FIFA, los problemas con Messi... y la convocatoria de elecciones. Una decisión que Bartomeu tomó en contra de su voluntad, pero que ha ayudado a rebajar la tensión que respiraba el entorno. Así que ahora, todo está en manos del socio. Bueno, en manos de Messi. Desde el último y sonado conflicto con su entrenador es el que más manda en el club. Si continúa como en estos últimos partidos, incluso es posible que Bartomeu tenga opciones de ganar las elecciones. Por contra, si se vuelve a cabrear y baja su rendimiento, Laporta volverá a la presidencia. Fútbol es fútbol...