Desperta Ferro

Excelencia vs ceguera

Joan Pi

Se dice que no hay más ciego que el que no quiere ver. Repasando hechos, declaraciones e interpretaciones habidas en el entorno merengue en los últimos años, bien se puede concluir que la ceguera se ha expandido sin freno entre la clientela blanca y que, hoy por hoy, el madridismo vive aposentado en una nube, en un mundo virtual que únicamente ellos comparten. Solo hay que escuchar, leer o ver lo que dicen en la meseta para dar fe de lo rápido que olvidan qué equipo ha ganado las últimas tres Ligas y dos Champions en este periodo, amén de otros siete títulos. Escuchándoles, leyéndoles, viéndolos, uno podría pensar que ese grupo supercampeón admirado en todo el planeta no es el Barça sino el Madrid, que sin embargo ha ganado un solo trofeo ante los 12 del Barça. Ya se sabe, las cifras son tozudas. Pero su arrogancia les lleva a pensar que el único heredero divino de la victoria son ellos y por eso menosprecian, insultan y odian los éxitos de un Barça que es referencia mundial. Desde su punto de vista, el Barça es un okupa al que no logran desalojar porque la autoridad competente simpatiza con esos antisistema culés. Han absorbido el discurso de ese sujeto que sobreactúa en el banquillo del Bernabéu, a quien tanto gusta echar gasolina a las brasas. Y hasta es entendible que la prensa afín al Madrid tenga que vender humo, blanquísimo, para mantener el ánimo. O las ventas. Pero es patético que encima se lo crean. De todas formas al Barça le va de fábula. Si en Madrid optan por llevar la contraria al mundo, es su problema. Negando la excelencia del fútbol blaugrana no lograrán recortar distancia. Por mucho que se llenen la boca asegurando lo contrario. Como se comprobó en la Supercopa. No pudieron con un Barça que llegaba casi de la playa. Pero bueno, que ladren, luego cabalgamos.