ESTO ES LO QUE HAY

Verdadero o falso

Suárez, celebrando su gol con Messi

Suárez, celebrando su gol de chilena con Messi / sport

Joan Mª Batlle

Escribía hace unos días que es inevitable pensar en goles cuando se habla de Suárez. De hecho, cuando el Barça anunció su fichaje quien más quien menos se entretuvo cinco minutos en contar los goles que marcaría vestido de blaugrana. Era la ilusión del gol. A la hora de la verdad, el gol ha tardado, aunque ya comienza a llegar y muchos más que llegarán, ya lo verán. De todos modos, el auténtico efecto Suárez es el que ha permitido el gran cambio del Barça del cambio de ciclo.

Me explicaré. La piedra filosofal del nuevo estilo y sistema con Luis Enrique es el paso del falso ‘9’ al ‘9’ verdadero. Una decisión de incalculable importancia porque afecta al mejor futbolista de todos los tiempos. Y es que para que Suárez encaje se ha tenido que tocar a Messi, algo que Guardiola medio intentó con Ibrahimovic pero no cuajó. El uruguayo ha sido el primero en entender la evolución que pretendía el entrenador y, lo más importante, el único que ha sabido hacer de ‘9’ sin que a Messi le importe dejar de ser el falso ‘9’.

No se trata, aquí, de elegir entre el falso ‘9’ y el ‘9’ verdadero. El concepto del falso ‘9’ revolucionó en su momento el fútbol y convirtió a Messi en el mejor de todos los tiempos. Fue una idea genial para un equipo genial. Pero han pasado los años, los rivales empezaban a pillar el truco al mago y había que evolucionar.  El regreso al ‘9’ verdadero ha sido clave para sacar el máximo rendimiento a Neymar y seguir explotando todo el talento de Messi. En este aspecto, Suárez era el cómplice perfecto para el gran golpe de Luis Enrique: crear el mejor tridente de Europa.

Ya tenemos a Suárez de ‘9’. Y con él, a Messi abierto a la banda, con absoluta libertad de movimientos, como, por otra parte, debe ser. Y a Neymar, en el ala izquierda. Es decir, espacios por todas partes con el ‘9’ fijando a dos centrales que no pueden acudir en ayuda de los laterales. En el inicio del contraataque, el sistema es letal y en el ataque estático ahorra mucho tiki-taka. Messi lo ha aceptado porque todavía marca más diferencias que antes y para Neymar es una bendición del cielo. Pero el '9', la clave, es Suárez, no lo olvidemos.