Día de estreno

HOY VOY DE ESTRENO. Un diseño nuevo, una fotografía con copa incluida y muchas ganas de contribuir a eso que en catalán llamamos ‘fer bullir l’olla’, es decir, que se mantenga el debate mientras haya fútbol de por medio; porque no olvidemos que el fútbol no es estrictamente lo que sucede en el campo durante los noventa minutos de juego, sino todo lo que va antes y viene después de él, es decir, tertulias, comentarios en las redes sociales, charlas de café, sobremesas familiares, artículos de opinión y programas que vociferan apasionadamente sobre equipos, jugadores, árbitros y presidentes.

El fútbol es de todos. Con lo bueno y lo malo que eso supone. En este enloquecido territorio, todos nos sentimos dueños de pensar y decir lo que nos plazca, aunque no se tenga ni puñetera idea de tácticas, de psicología deportiva, de entresijos institucionales ni de nada. Hace pocos días me decía un aficionado culé: “¿Qué me importa a mí si el equipo juega al 4-3-3, al 4-4-2 o al 4-1-6? Lo que tengo muy claro es cómo tienen que jugar para ganar, y sobre todo lo que no tienen que hacer para perder”. Ahí es nada. El fútbol es un deporte, pero sobre todo son sentimientos que se mezclan y que se basan en querer ganar, en defender al equipo hasta la extenuación, y también en criticarlo si las cosas no van bien. El aficionado sabe lo que quiere aunque a veces lo exprese de manera confusa o disparatada. 

Aquí, desde mi ‘teatro particular y del bueno’ manifestaré mi opinión culé pensando más en lo que debe ser que en lo que seguramente es. Y es que, por desgracia, tengo la ‘ventaja’ de no ser periodista, circunstancia que me otorga la posibilidad de no tener que ser escrupulosamente riguroso y de ser un aficionado con derecho a escribir lo que piensa. Un lujo. Que empieza el espectáculo.