El Messi más arropado por el equipo

David Salinas

David Salinas

El FC Barcelona 2017-18 está despejando las dudas que en un inicio se cernieron sobre él, especialmente después del fracaso cosechado en la Supercopa de España. ¿Cómo iba a responder el equipo sin Neymar? ¿Sería capaz de seguir ganando después de ganar? ¿Existía la enésima vuelta de tuerca?

Aunque sin el lustre de años atrás, a día de hoy el equipo azulgrana sigue instalado en una dinámica positiva y el tiempo está dando la razón al entrenador, Ernesto Valverde. En su presentación, el timonel extremeño aseguró que uno de sus objetivos era encontrar la fórmula para que el equipo “jugara redondo” y durante el mayor tiempo posible. Los resultados le están dando la razón. El Txingurri está consiguiendo lo que quería: “tener el control del juego para mandar en el campo”.

El timonel extremeño, por ahora, está haciendo olvidar el Barça del tridente. Sin Neymar, la metamorfosis para no debilitar al equipo tenía que ejecutarse con precisión quirúrgica. Y Valverde lo está consiguiendo. Es cierto que el equipo ha perdido talento e improvisación, magia, pero ha ganado en empaque, competitividad y solidaridad. Y los números se encargan de demostrarlo: el Barça solo ha recibido tres goles y ha dejado la puerta a cero en ocho de los últimos 12 partidos (nueve de Liga y tres de Champions League).

El número uno

Obviamente, teniendo al mejor jugador del mundo, Messi sigue siendo el epicentro del equipo. En su pilar. Valverde ha dado libertad absoluta al argentino para que explote su clarividencia por dónde quiera y cuándo quiera. Con el nuevo inquilino del banquillo azulgrana, Leo sigue siendo el de siempre: sostiene su número de goles y asistencias.

Y los goles de Neymar Suárez (en este arranque en horas bajas) los aporta una segunda línea efectiva e inspirada a la espera del regreso de Dembélélesionado el 16 de septiembre en el Coliseum Alfonso Pérez de Getafe. El crack argentino, más que nunca, se siente arropado por sus compañeros, que lo escudan y protegen para que convierta goles, invente asistencia o abra pasillos que solo él es capaz de apreciar sobre el terreno.

Y así es precisamente cómo se arman los equipos ganadores, los que son capaces de reinventarse, los que ganan después de ganar y experimentar una mudanza de peso. Puede que el Barça de Valverde que está asomando no enamore todavía por su juego, pero la calidad está y solo es cuestión de tiempo. De todas formas, la realidad tangible, la de los resultados, demuestra que se transita por el buen camino. Y con paso decidido y firme.