¿Por qué el Barça ha dejado de dominar los partidos?

El centro del campo del Barça, en constantes rotaciones a lo largo de la temporada

El centro del campo del Barça, en constantes rotaciones a lo largo de la temporada / Ignasi Paredes

Toni Juanmartí

Toni Juanmartí

Los dos últimos partidos en el Camp Nou ante Athletic Club y Atlético han reaviviado el debate sobre el estilo de juego del Barça de Luis Enrique. Ante los 'leones', la posesión culé fue solo del 54%, porcentaje que decreció hasta el 51% contra el conjunto de Simeone. Los 'colchoneros', eso sí, jugaron un cuarto de hora en superioridad numérica.

Desde la llegada del técnico asturiano al banquillo azulgrana, el Barça ha experimentado una mutación ininterrumpida en su forma de juego. Lo que al principio fue una voluntad del entrenador de reducir la famosa posesión estéril y hacer llegar el balón lo más rápido posible a Messi, Luis Suárez y Neymar resulta ahora una obligación para explotar al máximo las mejores armas culés

UNA TRANSFORMACIÓN PROGRESIVA

En su primera campaña, la 2014-15, Luis Enrique animó a sus hombres a ser capaces de hacer transiciones defensa-ataque más rápidas. El equipo captó la idea a la perfección y se convirtió en un conjunto tan imprevisible como completo. Con Xavi Hernández, estandarte del fútbol de toque, todavía en la plantilla, el Barça encontró un equilibrio perfecto al dominar todos los registros. El egarense tuvo un rol importantísimo en el tramo decisivo de la temporada, entrando habitualmente en la segunda parte para dar pausa a los partidos en los que los culés ya dominaban en el marcador.

El curso pasado ejerció de puente entre los rivales. La calidad de la 'MSN' siempre acababa apareciendo por muy atrás que se plantara el oponente. Si éste optaba por presionar arriba, un Barça muy mejorado hincaba el diente al contragolpe. ¿Existía fórmula para frenar a los azulgranas? Si la había, nadie parecía haberla encontrado.

Sin embargo, todo ha cambiado esta campaña. Los equipos se han dado cuenta de que una presión altísima pone en jaque al equipo de Luis Enrique. Si el Barça no tiene tiempo para pensar en la zona de creación, se ve obligado a desplazar en largo. Como esa siempre ha sido la opción menos preferida, el número de pérdidas en campo propio crece.

LOS RIVALES PRESIONAN ARRIBA...PERO SU ZAGA RECULA RÁPIDO SIN BALÓN

¿Qué sucede cuando el Barça sale bien de esa presión? Peligro garantizado. Cuando el rival presiona descaradamente y el Barça es capaz de sortear la presión, los culés encuentran infinidad de espacios en el centro del campo. Conocedoras de lo bien que van al espacio Neymar y Luis Suárez, las zagas rivales repliegan hasta su propio área, obligando al jugador azulgrana que conduce el balón -generalmente Messi- a tener que decidir sin la opción de asistir en profunidad. Esta jugada se vio, por ejemplo, en el 1-0 de Suárez en la vuelta de semifinales de Copa ante el Atlético.

Para aprovechar la velocidad de sus delanteros, el Barça es un equipo cada vez más estirado. Cuando el meta saca de puerta, los centrales se ofrecen en corto pero la 'MSN' estira el campo por si el equipo se ve obligado a desplazar en largo. ¿Qué hacen los rivales? Exactamente lo mismo. Presionan arriba con puntas y centrocampistas pero cuando los de Luis Enrique salen airosos de dicha presión, su defensa recula para evitar que le cojan la espalda. El resultado, dos equipos con mucha distancia entre líneas y un partido roto en el centro del campo.

EL BARÇA TIENE LAS DE GANAR EN EL INTERCAMBIO DE GOLPES

¿Es bueno para el Barça ese paisaje? Sin duda. Con la calidad que tienen los tres de arriba, los culés saldrán victoriosos prácticamente siempre en el intercambio de golpes. Una vez el equipo ha superado a varios jugadores rivales que han ido a presionar sin éxito, lo incomprensible sería no aprovechar la superioridad y querer poner pausa a la jugada, ya que ello permitiría al oponente organizarse de nuevo. Por lo tanto, este Barça no tiene pausa pero son los rivales quienes, con su presión atevida, le 'obligan' a que así sea. Así mismo lo explicaba Luis Enrique tras el último duelo liguero ante el Athletic Club. "Cuando nuestros delanteros entran en contacto con el balón, las jugadas se aceleran. Se aceleran porque para el rival es más difícil defender esas situaciones", comentó el asturiano.

XAVI, BUSQUETS E INIESTA, TRES JUGADORES IRREPETIBLES

Lógicamente, el perfil más vertical de jugadores como André Gomes, Rafinha o Denis también fomenta que el conjunto azulgrana emplee menos paciencia a la hora de elaborar juego. Busquets e Iniesta son los guardianes del estilo pero su ausencia por lesión en las últimas semanas ha puesto todavía más de manifiesto la nueva realidad del Barça. Y es que, siendo realistas -y tal y como reconoció Luis Enrique-, Sergio y Andrés, igual que Xavi Hernández, son futbolistas únicos e irrepetibles. No queda otra, pues, que mirar hacia adelante y adaptarse a las nuevas circunstancias. De momento, al Barça de 'Lucho' no le está yendo nada mál: dos Ligas, una Champions, dos copas del Rey, una Supercopa de España, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes.