En la zona noble del Estadi Olímpic Lluís Companys, ya sea el palco presidencial o el resto de antepalcos, se come, entre otros muchos productos, jamón. Jamón del bueno y cortado por profesionales en la materia que exhiben su destreza ante los comensales. Para las empresas que se dedican a proveer este manjar, los días de partido son un negocio apetecible. Últimamente ha habido muchos cambios.

Laporta y la guerra del jamón (leer noticia)