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Una merecida y meritoria plata por equipos en la Media

1) Si tiramos de adjetivos, hoy Sara Moreira acabaría con el diccionario entero. Portugal tuvo antaño sus laureles en la pequeñita Rosa Mota y Fernanda Ribeiro, y los reverdeció hoy en la personalidad atlética de Sara Moreira. La verdad es que esta mujer tiene una trayectoria vital sorprendente. A la edad de 30 años ya tiene un hijo de 4 años. Hace el 1500 en 4:07. La Maratón en 2:24. Los 3000 metros…y desconozco si tiene un libro y ha plantado un árbol. No me dirán que no es algo inusual.

En el kilometro 5 conectó en la cabeza con la atleta italiana, Inglese, y la turca de origen Keniata, y desde ese instante sus largas y bien contorneadas piernas hicieron sonar un precioso Fado en las calles de Amsterdam hasta la llegada de meta, y no decayó en la hermosura de su compás hasta el final. Clavó 1 hora 10 minutos 19 segundos. A 16 segundos entró la sorprende italiana que, durante la carrera, murió y resucitó más veces que cristo Nazareno. Un milagro que le valió la plata y que tiene mucho más mérito por tratarse de una atleta muy, muy joven. Si bien es cierto que Moreira tuvo a estas compañeras de viaje durante casi la mitad de prueba, lo suyo fue un paseo turístico por Amsterdam. En todo momento fue muy superior al resto.

Con la actuación de hoy confirma que es de las pocas atletas blancas del concierto mundial que puede hacerle cosquillas a Keniatas y Etíopes en una maratón. Y ojo con ella en Río porque de llegar así de excelsa, se cuela en el podium. O como mínimo se acercará a ver si los escalones son de madera o de plástico de silla de bar. A la llegada, dedicó unas palabras ininteligibles a la cámara con la cara en primer plano y la saliva cayéndole que resultó una instantánea muy emotiva y arrebatadora del talento de esta noble fondista.

2) La media Maratón es la mitad de una gran tarta entera. Pero hay medias tartas que, saben muy ricas y sientan mejor que las enteras. Incluso empachan menos. Aunque, igualmente, te puedes atragantar. También es verdad que esta media tarta europea de hoy no echó de menos a la porción entera. Es una tarta autónoma y en toda regla. No diremos que falta su mitad, sino que esta tarta tiene su propia  naturaleza y que nos gusta que sea así de sabrosa. Estaremos de acuerdo que la media tarta merecería ser prueba olímpica en vista de la afición que despierta, y la cantidad de gente que se la come en el mundo. Es una suerte haberla podido disfrutar hoy. Esperemos que ya nunca más dejemos de comerla.

3) España campeonaaaa por equipos en chicos. Oeeeee. oeeeee. oee. Nos hemos quedado en la silla conmovidos, estrujados, alelados, ha sido una apabullante exhibición. Un gol desde medio campo. No, perdón. ¡Atención! Última hora: Que hemos quedado subcampeones por dos segundos.

4) Eoooooooo. ¿Alguna española por ahí? más que justa la actuación de las nuestras. Cuestionar si vale la pena cargar el avión con 4 atletas para luego hacer este pésimo papel. Ha dolido. Mucho. A Aguilar se le vio algo. Un poquito. Y eso que siempre es la más cuestionada del equipo. Al principio llegó a estar la décima y parecía que iba a crecerse como le gusta hacerlo en las pruebas internacionales. Pero fue un suspiro de cuplé. Luego no necesitó llevar esas gafas oscuras para pasar tan desapercibida. Del resto no supimos si ni siquiera llevaban gafas.En Cardiff porque era el mundial. Vale. Pero, ¿Hoy, que pasó? ¿Alguien puede explicarlo?

5) El atletismo también tiene sus apellido, lo mismo que los Dalton al cómic, por ejemplo. Si Gebreselassie es el apellido de oro de del Maratón, (con el emperador etíope y el actual campeón del mundo.)  El Apellido de la media es Tadesse, de procedencia eritrea. Es el apellido del actual del record del mundo, en la persona de Zersenay, (Tadesse) y desde hoy el del flamante campeón de Europa, en la persona de este notable Abrahan (Tadesse). Ambos Tadesse, por cierto, son unos chicos muy rápidos y saben bajar de la hora.

Si yo fuera uno de esos representantes turcos, que tienen el dudoso gusto de cambiar el nombre de los Keniatas, no me lo pensaría dos veces y miraría de traerme atletas africanos con esos apellidos; así se aseguran el tiro y además no tendrían que cambiárselos por esos otros apellidos tan ridículos que les ponen. Bueno, mas o menos como hacía España en su colonia guineana cuando llamaban a los pobres autóctonos, Paco (García), o Juanito (Perez).

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AFP

6) Hoy, a los atletas, les han endilgado un circuito innecesariamente abigarrado que, una vez extendido en el mapa, parecía un cuadro abstracto de Kandinski. Quizá en ausencia de Rusos han probado a inspirarse en sus pintores. Si a los atletas no les dio tiempo a comprar souvenirs, ahora ya tienen en sus tobillos machacados un buen recuerdo de la ciudad, gracias, en parte, a esas curvas demoniacas que había a lo largo y ancho del trazado.

7) Los veteranos Ayad Lamdasem, Jesús España y Carles Castillejo, lo mejor de lo mejor. ¡Qué emoción! El primero pagó el cuello de embudo de la salida. Acabó por los suelos y es difícil que se acuerde del número de la matricula del camión que le pasó por encima de su cabeza. Fue tan apabullante como lo pisaron, que su dorsal se quedó pegado en el asfalto como una calcomanía en los brazos de un colegial. Tremendo.

Algo parecido le pasó a Kamworor en el campeonato del Mundo de Media. Parece que existe una ecuación en esta prueba, el que se cae termina siendo el héroe. O será que Kamworor y Lamdassem son dos estupendos atletas hechos para esas proezas. Cada uno a su nivel, claro. Al pobre Ayad lo que le faltaba a su maltrecha espalda era que le pasara este camión por encima suyo. Hace unas semanas le vimos retirarse en Serrahima en un control del cinco mil. Pero hoy había que darlo todo y el de Lleida, ¡Vaya si lo dio! Parece que le gustó mucho Amsterdam porque se dejó la vida entera. Daba impresión verle como entró en la línea de meta: tenía la cabeza completamente desconfigurada por como actuaba el movimiento desacompasado de su cuerpo, mientras sus compañeros de equipo requerían a la asistencia sanitaria que parecía estar a la hora del café. Un verdadero susto. Su esfuerzo final es de los instantes más conmovedores que ha dado este Europeo.

8) Lo de Carles Castillejo es de traca. En la línea de meta dijo “este verano me jubilo.” Pero si uno vio la prueba y luego apagó la tele, podría pensar, que estamos ante uno de los fondistas más emergentes y dinámicos del continente Europeo.¡Cuanto echaremos de menos ese estilo agresivo de zancador saltarín! Hasta el kilometro 10 que pasó en 29 minutos llegó a ir en cabeza con el grupo. Cierto que pagó caro su osadía en el segundo tramo de carrera. Finalmente quedó 8, (1:03:52) Jesús España, 10. (1:04:01) y Ayad Lamdasem, 12 (1:04: 12). Segundos por equipos. Viendo la edad de todos ellos sí podemos decir aquello de: “España sí es un país para viejos.”

Ilustración: Unaitxo

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