A lo largo de la historia del ciclismo difícilmente encontremos un personaje a la altura de Ricardo Riccò. El excéntrico italiano, que recientemente fue sancionado de por vida, vuelve a ser noticia por sus polémicas declaraciones acerca de su disconformidad con las vacunas del Coronavirus.
La “cobra”, que llegó a ser bautizado como el nuevo Pantani, fue uno de los grandes rivales de Alberto Contador en la pasada década.
El italiano, enrolado por entonces en la estructura del Saunier Duval, tuvo sus mejores años en 2007 y 2008. Temporadas en las que con apenas 24 y 25 años tuteaba a los mejores ciclistas del mundo en carreras tan importantes como el Tour de Francia o el Giro de Italia.
Una facilidad pasmosa para la escalada, un estilo agresivo y una tremenda explosividad eran sus mejores armas. Los “tifosi” italiano se las prometían muy felices hasta que un primer positivo por CERA empezó a destruir la figura de ese talentoso deportista.
Después de diferentes polémicas, de abonar multas y de cumplir una sanción de dos años Ricardo Riccò volvió y lo hizo por la puerta grande. El largo periodo de inactividad parecía no haberle pasado factura y con 28 años y la lección aparentemente aprendida, el ciclismo estaba dispuesto a darle una segunda oportunidad.
Tras un breve paso por el equipo Ceramica – Flaminia, de categoría continental profesional, el Vacansoleil le abrió de nuevo las puertas del Wolrd Tour con un contrato de dos años.
2011 y 2012 deberían servir para situar de nuevo a Riccò entre los más grandes, sin embargo su regreso a lo más alto fue más que efímero.
Apenas 1 mes y medio después de firmar su nuevo contrato y haciendo valer aquello de que las segundas partes nunca fueron buenas, volvió a recaer.
La “cobra” era ingresado de urgencia en un hospital italiano tras haberse practicado en su casa, una autotransfusión con sangre conservada en el frigorífico. Una temeridad que apunto estuvo de costarle la vida.
Ingresado de urgencia en un hospital italiano tras haberse practicado en su casa una autotransfusión con sangre conservada en el frigorífico. Una temeridad que apunto estuvo de costarle la vida.
Tras semejante barbarie y con muestras evidentes de que Riccò seguía obsesionado con llegar a lo más alto a cualquier precio, su equipo le despidió de forma fulminante.
Riccò había perdido su segunda oportunidad y a la Federación Italiana de Ciclismo no le quedó otra opción que sancionar su brillante expediente con 12 años de inactividad.(posteriormente ampliada a sanción de por vida)
Pasada la treintena, y tras declarar en un tono desafiante que volvería con más de 40 para ganar carreras, Riccò tuvo que buscar otras alternativas para ganarse la vida. No sin antes aparecer en secreto en alguna carrera amateur.
La “cobra”, sorprendente como de costumbre, abrió en compañía de su pareja, una heladería en Tenerife. Un local llamado “chocoloco” que sigue abierto a día de hoy.
Riccò que en su redes sociales muestra a menudo las recetas de sus apetitosos helados y pasteles, lleva varios años con su nueva vida, pero sigue mirando de reojo, con anhelo y todavía desafiante el mundo del ciclismo. La obsesión por la fama y la competitividad de un deportista llevadas al extremo.
Recientemente y como decía al inicio de esta publicación, Riccò volvió a ser noticia por sus polémicas declaraciones.
El ex profesional italiano, se mostraba muy crítico con las vacunas del Coronavirus. Una posición cuanto menos sorprendente para un deportista con su historial médico.
“He leído a mucha gente que dice que la vacuna debe ser obligatoria. ¡Estamos de broma! Hago lo que quiero con mi cuerpo. Nadie puede obligarme a hacer algo que si tuviera un efecto negativo en mi cuerpo yo sería el único afectado.
El italiano zanjaba el tema afirmando que se encontraba perfectamente informado por médicos de su confianza. “Te puedes inyectar no sé qué mierda, pero no vayas jodiendo a la gente, que, como yo, está bien informada y no se va a poner esa puta vacuna”
Ricardo Riccò. Genio y figura.
¿A que viene el caso que lo exprese de esta manera? bien puede hacer lo que quiere y no ser ostentoso. Con esto destapó su pasado de dopaje, algo que no se expuso en su momento…; ¿A que interese sirvió haberlo ocultado?.