Hace poco más de un año que salió ChatGPT, que supuso un punto de inflexión en la innovación tecnológica. Empresas de todos los sectores, sobre todo de productos y servicios digitales, se han dado prisa por ofrecer servicios relacionados con la IA para subirse al carro. Nadie quiere quedarse atrás. No es FOMO (del inglés “fear of missing out”, miedo a perderse algo). Es aceptar que la IA está revolucionando todos los sectores, y que no conocerla e implementar sus soluciones condena a la obsolescencia.
La IA automatiza procesos, aumenta la productividad y la calidad, reduce errores humanos y mejora la toma de decisiones. Era de esperar que la industria del deporte, una de las más prósperas a nivel mundial, se dejara seducir por sus múltiples aplicaciones. Por eso los profesionales formados y que conocen bien sus posibilidades están entre los más valorados.
Lo que la IA puede hacer en gestión deportiva
A través de plataformas como ChatGPT, Bing Chat, Copilot y otras, el uso experto de la IA Generativa supone ventajas competitivas. Es una herramienta para potenciar la creatividad en la creación de textos, imágenes y vídeos.
La IA permite una mejora cualitativa de la experiencia de los aficionados a través de la personalización y la creación de experiencias interactivas. Además, proporciona un soporte óptimo y siempre accesible a los consumidores y usuarios, mediante la creación de chatbots y asistentes virtuales con no-code que son muy eficaces.
Asimismo, ofrece enormes posibilidades en el análisis de rendimiento. La extracción de datos y las revisiones para comprobar los resultados dejan mucho menos margen de error y permiten tomar decisiones certeras en parcelas clave, como la gestión de eventos o los patrocinios.
Son las principales categorías de las aplicaciones de la inteligencia artificial en el deporte y, además, los pilares en los que Founderz asienta el temario de su programa IA e Innovación en el Deporte. Es un programa pionero que se puede estudiar 100% online, tiene una duración aproximada de entre 3 y 4 meses y está diseñado para profesionales de todo el espectro deportivo: desde entidades, ligas y federaciones a expertos en fitness e instituciones públicas de gestión.
Las alianzas siguen siendo fundamentales
No todas las empresas y organizaciones que se han subido al carro de la IA lo hacen por deseos de mejora o por vocación de servicio a su comunidad, sino por colocarse etiquetas que hagan sus productos más deseables. Siempre hay pistas de quién lo está haciendo con criterio y quién no, y una de ellas son las alianzas empresariales.
Si en Founderz son un referente de los programas de IA es por la red que ha logrado tejer en torno a sí. Su programa formativo de innovación en el deporte está cocreado por el Global Sports Innovation Center (GSIC), un centro pionero único que combina tecnología y deporte. Es el espacio dedicado a innovación de Microsoft, la tecnológica que más está destacando en la carrera de la IA. Se trata de un espacio de innovación en el deporte con sedes en Madrid, Singapur y Estados Unidos, y alcance a nivel mundial.
El GSIC se diseñó como centro mundial de innovación en el deporte, un proyecto colaborativo en el que se aúnan los sectores privado, público y académico. Su creación contó con el apoyo de la Comunidad de Madrid y con socios estratégicos como LG, el Real Madrid o la Universidad Camilo José Cela. Su objetivo era convertirse en una referencia para asumir los retos de la industria del deporte, generar conocimiento y añadir valor. En 2015, cuando el proyecto echó a rodar, contó con una inversión inicial de 17 millones de euros en capital privado.
La metodología práctica: un efecto llamada
No es fácil desarrollar una metodología innovadora. Cuesta desprenderse de los preceptos de la enseñanza tradicional, la de las clases magistrales, esa en la que el alumnado es un agente pasivo de su propio aprendizaje: recibe la lección y hace la tarea, de forma mecánica y sin procesar.
El e-learning estaba llamado a revolucionar el modo de dar clases, pero, durante años, solo sirvió de nuevo soporte a las viejas prácticas. Así que, al final, quienes sí han logrado revolucionar la educación han sido los centros que han utilizado la tecnología como herramienta con un fin: permitir al alumnado que tome el protagonismo de su propio aprendizaje y reciba una formación capacitante que sirva de acicate a su carrera.
Una preparación comprobable hacer ganar seguridad como profesional, genera satisfacción al alumnado y sirve como efecto llamada a nuevos estudiantes. Founderz la logra a través de una metodología propia llamada DSLA. El aprendizaje se organiza en torno a cuatro grandes capítulos: Discover, Share and Learn y Achieve. Los tres primeros engloban acciones formativas dinámicas que instan al alumnado a mantener la iniciativa: clases en vídeo de 5 a 15 minutos de la mano de profesores expertos, actividades prácticas, debates y networking con una comunidad internacional, eventos en directo, casos de uso reales, acceso a GSIC Media y un GSIC Global Summit.
Además de la satisfacción del alumnado, otro indicativo de buena preparación son las empresas que depositan la confianza en el centro educativo, de manera directa o indirecta. GSIC y Microsoft se han involucrado directamente en el desarrollo del programa, y emiten la certificación final. Luego, cuando la formación termina, son empresas como BBVA, Google, Ernest & Young, Accenture, Minsait, NTT Data y Deloitte las que contratan al alumnado, entre otras.
A nivel industrial y empresarial, la inteligencia artificial está generando oportunidades que, además, se extienden a los profesionales. Conocerla y saber aplicarla implica dotarse de conocimientos y habilidades muy valoradas en la actualidad, por eso un programa en IA en innovación deportiva es una opción a tener en cuenta. Es una vía con la que disparar las opciones de empleabilidad, aunque todo depende de la formación y del centro que la imparte. Siempre ofrece más garantías una institución educativa que ha logrado colocarse a la vanguardia, cuenta con empresas colaboradoras de excepción y genera satisfacción entre una comunidad amplia de estudiantes.
