En una charla con Athletics Weekly (AW), el flamante campeón del Mundo 1.500 metros, Josh Kerr, describe su dinámica de entrenamientos y competición, desde que obtuvo la gloria en Budapest a su particular búsqueda del oro olímpico en París.
A sus 26 años, el escocés revive los últimos metros de la final de Budapest. “Fue como decirme a mí mismo: ‘Ya lo lograste, mantente de pie y todo estará bien’. Esa sensación fue realmente única”, revelando el carácter competitivo que le ayudó a superar a Jakob Ingebrigtsen. Y deja varias pistas de que su hambre no se sacia fácilmente: “Todo lo que hago es con las expectativas y el enfoque de un campeón mundial”, comparte Kerr durante la entrevista.
El atleta destaca la importancia de no perder días en su preparación meticulosa hacia los Juegos de París.“Durante el próximo mes, creo que estaré en unas 10 ciudades diferentes y así es la vida ahora. Pero también es el énfasis en la fuerza y el acondicionamiento y no corro mucho kilometraje. Llego a un máximo de aproximadamente 75 millas por semana durante seis días”.
Por otro lado, deja claro que su compromiso va más allá de la pista. “Es un trabajo de mantenimiento, estar al tanto de todo, es tener un masajista en cada ciudad que voy, es ser consciente de que mi cuerpo es lo primero. No vas a forzar a tu cuerpo a que nunca se enferme, pero definitivamente puedes ayudarlo y tratarlo como lo haría un negocio. Soy un negocio, así que tengo que seguir manteniéndome”.
“No pasa nada el día de la carrera que no haya practicado miles de veces”
La entrevista también revela la dedicación de Kerr hacia la preparación mental, practicando cada escenario posible del día de la carrera. La frase “Este es mi momento” lo guió en Budapest, pero Kerr admite que la fortaleza mental es una habilidad en constante desarrollo: “Simplemente encuentro cosas en las que no soy muy bueno”.
“No pasa nada el día de la carrera que no haya practicado miles de veces. Y continuaré haciéndolo porque creo que me permite tener una ventaja”.
La agenda de Kerr parece que no pasa por el Campeonato Mundial en pista cubierta que se celebra en su tierra natal, aunque la posibilidad de competir en Glasgow en marzo aún no está del todo descartada según informa Athletics Weekly. París es el destino inevitable en el horizonte de Kerr.
