El 2020 será recordado siempre como el año del Covid 19 pero también como el del “boom” generalizado en el mundo del ciclismo.
Un deporte que no deja de crecer y que va camino de romper todas las barreras del sector.
El ciclismo está de moda y sino que se lo digan a Jorge Mendes. El conocido y todo poderoso empresario portugués es uno de los representantes deportivos más influyentes e importantes del mundo.
Mendes, que trabaja como representante, de celebridades futbolísticas tan importantes como Cristiano Ronaldo o José Mourinho no quiere desaprovechar el buen momento del ciclismo para empezar a hacer caja.
El luso, que lleva años consiguiendo los mejores contratos del mundo para sus “clientes” parece ver muy clara una nueva oportunidad empresarial en un mundo que todavía está verde para estos temas.
De momento su empresa, Polaris Sports, ya ha anunciado un acuerdo con la agencia de representación de ciclistas Corso Sports.
Por lo que Mendes y los suyos ejercerán como representantes de dos de los mejores ciclistas portugueses del momento. Joao Almeida (Deceuninck) y Ruben Guerreiro (EF), que vienen de causar sensación en el pasado Giro de Italia, serán como buenos compatriotas, los “cromos” favoritos de un Mendes que llega con mucha ambición.
Un álbum de ciclistas que Mendes completa momentáneamente con otros grandes nombres como Mads Pedersen, campeón del mundo en 2019, o Tao Geoghean Hart, vencedor del Giro de Italia 2020.
Los tentáculos de Mendes llegan al ciclismo y lo hacen con polémica. Recientemente Marc Madiot, manager general del equipo Groupama-FDJ, ya ha manifestado su desconformidad al respecto. “Nunca ficharé a un ciclista de Jorge Mendes”
