Cierta y repetida es la frase de “el fútbol ya no es lo que era”. Mercados, formatos, torneos… todo ha mutado en función de lo que dicten los réditos económicos. Igual que las estructuras de los clubes, avocadas ahora a los modelos de multipropiedad. En definición, son compañías -solitarias o en holdings- que tienen voz, voto y acciones en varios clubes a la vez. En la práctica resulta más enrevesado: negociaciones entre equipos del mismo dueño, conglomerados empresariales que prefieren pequeños porcentajes en varios sitios, redes interminables de inversores entrelazados bajo la figura de los clubes. y un conflicto de intereses que ha alertado a la misma UEFA.

Dinero, inversores y conflictos de intereses: Así funciona la multipropiedad en el fútbol (leer noticia)