El carácter madridista, una competitividad extrema que a veces se confunde con una percepción de la realidad equivocada, llevó a muchos seguidores del conjunto blanco a creer que el regreso de Zidane serviría para pelear por LaLiga hasta el final. Florentino inyectó a la masa una dosis de optimismo a través de lo que llamaron la 'felizidane', que ha acabado siendo solo un placebo que ha durado lo mismo que dura un caramelo en la puerta de un colegio.

El Barça ya le saca un punto a Zidane (leer noticia)