La salida de Cristiano Ronaldo cayó como un cubo de agua helada en el madridismo. El portugués dejaba un vacío por cubrir, 50 goles por temporada, pero el club decidió confiar en lo que había en la plantilla para cubrir ese déficit, aunque a última hora se aprovechó del trabajo del Sevilla para repescar a Mariano. Lopetegui apostó por poner a Asensio en el puesto de Cristiano y mantener a Benzema y Bale, una pareja cuestionada hasta el límite la temporada pasada. Tanto que algún medio de la capital pasó de ‘BBC’ a ‘bbC’ por su defraudante aportación al equipo.

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