El fracaso de la 'BBA'

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

La salida de Cristiano Ronaldo cayó como un cubo de agua helada en el madridismoEl portugués dejaba un vacío por cubrir, 50 goles por temporada, pero el club decidió confiar en lo que había en la plantilla para cubrir ese déficit, aunque a última hora se aprovechó del trabajo del Sevilla para repescar a Mariano. Lopetegui apostó por poner a Asensio en el puesto de Cristiano y mantener a Benzema y Bale, una pareja cuestionada hasta el límite la temporada pasada. Tanto que algún medio de la capital pasó de ‘BBC’ a ‘bbC’ por su defraudante aportación al equipo.

El arranque de temporada del nuevo tridente fue ilusionante. 10 goles de la ‘BBA’ en 7 partidos auguraban un relevo brillante para Cristiano Ronaldo. El Madrid funcionaba, ilusionaba pese a perder la Supercopa de Europa ante el Atlético Madrid. Cinco victorias y un empate consecutivos, desplegando un fútbol corporativo reflejaban un cambio positivo bajo la batuta de Lopetegui, que llegaba para la difícil misión de relevar a Zidane. Los tres empezaron bien, pero han vuelto a sus orígenes, no tienen gol y eso ha arrastrado al equipo a una crisis: cero goles a favor, tres derrotas y un empate en los cuatro últimos partidos.

BENZEMA, SIGUE SIENDO EL DE SIEMPRE

Benzema se destapaba. No trabajar para el portugués parecía liberar su cañón. El francés marcaba 5 goles en 4 partidos, lo que desató la euforia en el madridismo y, lo más llamativo, que sus defensores, con Florentino Pérez a la cabeza, sacaran pecho y elogiaran la calidad y capacidad del galo. Pero el tiempo devolvió las cosas a su lugar. Demostró que fue una simple racha de aciertos, porque Benzema volvió a sus orígenes. A desaparecer del campo. A esconderse detrás de las defensas rivales. A ser el espectador con la mejor entrada del partido. El ‘9’ Benzema suma 7 partidos y medio sin marcar: 519 minutos seco.

BALE, OTRA VEZ UN PROBLEMA

El galés asumía el rol de finalizar las jugadas de ataque del Madrid. Activo, integrado, rápido, hábil y goleador con cuatro aciertos en seis partidos que auguraban la esperada explosión de regularidad de la que carecía. Parecía dejar atrás sus problemas físicos, su distanciamiento con el equipo. Pero, como Benzema, es respuesta a otra buena racha. Bale empezó a griparse, a tener el punto de mira desviado, a recuperar la ansiedad que le devolvió al individualismo. Y, a lo más temido, a caer en esa espiral de problemas musculares que frena su regularidad. Abandonó dos partidos supuestamente lesionado y otro no lo jugó para no arriesgar. En definitiva, ha sido más un problema que una solución en los últimos cinco partidos.

ASENSIO, UN ZURDO PREVISIBLE

Asensio es la gran apuesta de Lopetegui. Lo eligió como relevo de Cristiano e hizo un brillante arranque de temporada. Pese a no aportar goles, ofrecía velocidad, frescura, calidad y versatilidad para asociarse con sus dos compañeros de línea. Pero pronto se ha visto debilitado por el halago. Se ha ido apagandoNo ofrece soluciones. Lo peor de todo es que su cerrado perfil zurdo le hace predecible y limita su fútbol. Una decepción o, simplemente, que no está preparado para asumir responsabilidades. Un gol en 11 partidos; un gol en 820 minutos delata su pobre rendimiento como delantero.