Ángela Paños, entrenadora infantil: "Era una gimnasta única. Una artista del tapiz". Gemma Rayo, compañera de selección: "Era una fuerza de la naturaleza. Siempre pensé que era la Beyoncé de la rítmica mundial". María Jesús García, madre: "Desde pequeña ví que iba a llegar. Tenía algo que no tenían las demás". La pasión con que definen estas tres mujeres a Carolina Pascual es la mejor demostración de que nos encontramos frente a una leyenda del deporte español. La única gimnasta que ha logrado una medalla olímpica individual (plata en Barcelona'92). Pero que, sin embargo, no ha recibido el reconocimiento ni el apoyo que merecían su gran gesta. Es una CAMPEONA de HONOR en mayúsculas.

CAMPEONES de HONOR. Carolina Pascual, la Beyoncé de la gimnasia rítmica mundial (leer noticia)