El varapalo fue tremendo. Ciertamente, el Barça tenía ese primero de mayo de 2013 pocas opciones de remontar el 4-0 con el que venía de Munich. La prioridad era la Liga y aunque el equipo del malogrado Tito Vilanova lo intentó en el primer tiempo, con una buena ocasión de Xavi incluida, en el segundo, el Bayern hizo gala de su efectividad. Ganó 0-3. La eliminación a las puertas de una final hizo daño y seguro que pocos pensarían que, a partir de ese momento, arrancaría una victoriosa racha en el Camp Nou que a día de hoy, sigue muy viva. Un punto de inflexión que mañana pondrá a prueba la Roma. No debería ser quien corte en seco este registro.

Un fortín de Champions llamado Camp Nou (leer noticia)