En tres o cuatro semanas debería haber fumata blanca. Joan Laporta está ante una de las decisiones más trascendentales de su segundo mandato y todas las cartas están encima de la mesa. Solo un movimiento que nadie espera ya de Nike podría servir para que la empresa norteamericana mantuviera su vinculación con el Barça la próxima temporada. Una jugada que pasaría por realizar un aumento muy importante de las actuales condiciones. De no ser así, la hoja de ruta está prácticamente definida.

Laporta va con todo a por la marca propia (leer noticia)