Soto Grado acaparaba todo tipo de comentarios en los medios afines al Real Madrid en la víspera del derbi. Se enumeraban los errores acumulados contra los blancos, indignados por los antecedentes con el riojano, pero apareció Ancelotti para inclinar la balanza: “Es un árbitro joven que me gusta”. El resultado fue un arbitraje casero en el que una jugada pudo marcar los destinos de la eliminatoria con 0-1 en el marcador para los rojiblancos, la segunda amarilla a Ceballos. Para los atléticos es una “una expulsión clara”, para los madridistas no “porque no ve a Lemar”. Una derrota dolorosa para los atléticos por las formas y porque se quedarán en blanco esta temporada que Simeone resumía así: "Terminaremos bien el año y analizaremos un poco todo".

Simeone y su equipo claman al cielo de Soto Grado (leer noticia)