Sabor noruego en la Volta

Mires donde mires, por ejemplo este miércoles en la salida de la tercera etapa de la Volta, en el centro de Perpinyà, te encuentras a mecánicos

Trabajar en un conjunto noruego significa que, aparte de los días de viaje obligados por la competición, los traslados al país escandinavo son una norma

Jonas Hvideberg, líder de la Volta

Jonas Hvideberg, líder de la Volta / DirectVelo

Sergi López-Egea | Alp

Un equipo ciclista es muchas cosas, más allá de los siete corredores que ruedan en una carrera como la Volta. Es un mundo aparte, donde se mezclan nacionalidades, donde el inglés ya es el idioma que sustituye al francés, la lengua dominante desde los tiempos de Jacques Anquetil en el pelotón internacional… hasta que llegó Lance Armstrong y lo cambió todo, y no siempre para bien.

Pero siguen siendo los auxiliares españoles los escogidos a la hora de ayudar a los ciclistas en el ajuste de sus bicicletas o sus músculos. Mires donde mires, por ejemplo este miércoles en la salida de la tercera etapa de la Volta, en el centro de Perpinyà, te encuentras a mecánicos, masajistas y hasta directores, preparadores físicos o médicos españoles. Están por todas partes, en casa de los Ineos, de los Bike Exchange, de los Bahrein, del conjunto de los Emiratos, en el equipo Israel; quizás, el Jumbo, genuinamente neerlandés, sea la excepción.

Años de experiencia

Y hasta hay un masajista en casa noruega, en uno de los equipos más singulares, pero a la vez con más proyección del concierto internacional. La Volta se mueve a ritmo noruego y entre ciclistas nórdicos enrolados en el equipo Uno X, aparece David Colomo, de Girona, masajista curtido en mil batallas y que hasta su disolución estuvo colaborando en el conjunto del Dimension Data a las órdenes de Álex Sans, hoy convertido en uno de los directores del Human PoweredHealt, una escuadra estadounidense que trata de crecer para ganarse invitaciones a carreras como la Volta.

Trabajar en un conjunto noruego significa que, aparte de los días de viaje obligados por la competición, los traslados al país escandinavo son una norma, aunque, al menos, este año la base del equipo se ha establecido en Bélgica.

El Uno X todavía no es un equipo conocido allende las fronteras de Noruega, pero vendría a ser algo así como una especie de Athletic traducido al ciclismo. Solo pueden correr en sus filas jóvenes valores crecidos en las carreteras de Noruega o Dinamarca. No vale usar el talonario para fichar a algún corredor de renombre. Ellos quieren ganarse un día no muy lejano el derecho a correr el Tour con ciclistas formados en sus tierras y cuentan para ello con corredores como los hermanos gemelos Tobias y AndersJohannssen, dos chavales noruegos que apuntan alto, sobre todo Tobias, que en agosto del año pasado ganó el Tour del Porvenir y que solo Juan Ayuso le impidió llevarse el triunfo en el Giro Baby. Tobias es el líder de la escuadra noruega en la Volta con el ánimo de destacar lo máximo, y sin descuidarse, al menos en las dos etapas inaugurales.

Una cadena de gasolineras

“Todos hablan noruego entre ellos e inglés conmigo. Soy uno de los masajistas”, cuenta David quien explica que los patrocina una red de gasolineras de bajo coste, ahora con muchas colas, instalada en Noruega y Dinamarca. Uno X no tiene nada que ver con apuestas futbolísticas en los países nórdicos.

Colomo atiende a los corredores antes de la salida, antes de instalarse en el autobús del equipo para buscar la ruta hacia La Molina, donde volverá a atender a los ciclistas antes del masaje, antes de poner en marcha las lavadoras que todos los equipos llevan y antes de preparar el avituallamiento para el día siguiente. El contacto con las sábanas no llegará hasta bien entrada la noche.