Los 10 pueblos medievales más bonitos de Cataluña

En estos pueblos podrás perderte y encontrarte gracias a su belleza y a su patrimonio encantador

Tossa del Mar / KavalenkavaVolha

Tossa del Mar / KavalenkavaVolha / SPORT.es

La diversidad de pueblos que encontramos en Cataluña es tan amplia que necesitaríamos siete vidas para descubrir a fondo cada uno de ellos. Villas marineras, localidades medievales en perfecto estado de conservación o aquellos que albergan grandes leyendas, conforman una amplia diversidad de cultura y tradición que merece la pena conocer.

En este artículo te ofrecemos de primera mano una selección de los pueblos medievales más emblemáticos de Cataluña, aquellos que se recomendarían a alguien que no conoce todavía el territorio catalán y que quiere echar un vistazo a esta etapa medieval que no ha cambiado con el paso del tiempo.

Pueblos medievales más bonitos de Cataluña

Peratallada

Situado en el Baix Empordá, pertenece al municipio de Forallac, en la provincia de Girona. Sus casas y calles empedradas invitan a pasear y descubrir sus rincones más inóspitos. La leyenda cuenta que su nombre proviene de que el desarrollo arquitectónico se inició a partir de utilizar la piedra (pera) cortada (tallada) para las primeras construcciones.

Declarado como Conjunto Histórico Artístico, está considerado como uno de los mejores pueblos de Cataluña, y uno de los mejores conservados. Caminar por sus calles es adentrarse en la más pura historia medieval catalana.

En su casco antiguo encontramos un aspecto completamente feudal, con callejuelas muy estrechas y edificios singulares como el castillo fortificado con la Torre del Homenaje, el palacio y las murallas, todos ellos datados entre los siglos XI-XIV.

Tossa de Mar

Considerado como uno de los destinos favoritos de todos los amantes del mar y la naturaleza, Tossa de Mar es uno de los destinos turísticos por excelencia de la Costa Brava. Bañada por el mediterráneo, es conocido por su emblemático castillo y por su rica historia.

Tossa de Mar posee una geografía única, con calas rocosas y playas estrechas que están combinadas por un entorno de montañas y bosques y que ofrecen una amplia oferta de actividades al aire libre. Snorkel, buceo o paddle surf en las cuevas del pueblo son alguno de los encantos más aclamados.

La muralla que rodea todo el pueblo aguarda tres impresionantes torres denominadas: Codolar, Ses Hores y Jonás. Además, este pueblo cuenta con muchos escondites en su Barrio Viejo que lo convierten en uno de los paisajes más fotografiados de la Costa Brava.

Miravet

Miravet es uno de esos pueblos que se encuentra completamente enraizado en la historia y es que cuenta con uno de los castillos más impresionantes de la geografía catalana. Este castillo es uno de los más antiguos del territorio que además, perteneció a los guerreros templarios.

Se enmarca dentro de la tradición de la alfarería y posee una iglesia que data del siglo XVI que, a pesar de los estragos de la Guerra Civil, conserva el altar románico y las pinturas murales. Miravet parece desprendida de una narrativa de ensueño.

A orillas del río Ebro, en Miravet podrás navegar en canoa por las aguas del río o hacer tu propia pieza de barro. Además, subirse en una barca tradicional llamada laúd es una de las experiencias que más refleja la historia del pueblo.

Besalú

Besalú es uno de los pueblos más bonitos de toda Cataluña. Situado en la provincia de Girona, es una localidad con una gran historia, que posee auténticas bellezas y un casco urbano magnífico.

El puente de piedra de Besalú ayuda a los visitantes a trasladarse a un capítulo diferente de la historia. Y es que, este puente está catalogado como uno de los puentes medievales mejor conservados de España.

Tiene un gran patrimonio histórico, ya que en el pueblo se conservan antiguos baños judíos y el Monasterio de Sant Pere, un icono artístico y arquitectónico único.

Pals

Pals es una villa medieval que se encuentra en la Costa Brava y que cautiva a todo aquel que la visite. Considerada como una de las poblaciones medievales más antiguas de la zona, posee grandes travesías por sus calles y plazas empinadas.

Según documentos encontrados, sus primeras construcciones datan del siglo IX. La cúspide del pueblo se encuentra en el Museo de Arqueología Submarina, además de su torre circular románica, llamada Torre de las Horas.

Otro de sus puntos fuertes es la gastronomía, ya que, dado que se encuentra en el Empordà, es conveniente disfrutar del arroz. Y no solo saboreándolo, sino subiendo a bordo del tren del Xiulet que pasa por los humedales y arrozales que rodean el pueblo.

Castellfollit de la Roca

Situado en la provincia de Girona, este pueblo destaca por estar situado sobre una gran pared de roca. Es una de las localidades con las calles más estrechas de toda España.

Se encuentra entre los ríos Fluviá y Toronell y tiene un marcado carácter medieval, además de varios miradores desde donde se puede ver un paraje único y singular. El municipio tiene una dimensión de menos de un kilómetro cuadrado.

La iglesia de Sant Salvador y el campanario de Sant Roc, datan del siglo XIII. Además se encuentra muy cerca del Santuario del Cós y del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa.

Siurana

Siurana es un pequeño pueblo ubicado en lo alto de un risco rodeado de acantilados que se erigen sobre un embalse. Las vistas de este pueblo son un auténtico espectáculo natural.

Pasear por el interior y perderse por sus estrechas callejuelas es transportarse al medievo. Allí se puede descubrir una iglesia románica y los restos del castillo del Walí Almira Alemoni, el último reino Taifa en Cataluña.

El pantano de Siurana es uno de los principales atractivos de la región y se pueden hacer todo tipo de actividades como kayak o senderismo. En verano, también es posible bañarse en sus pozas.

Poblet

Este pueblo puede presumir de ser Patrimonio Mundial de la Humanidad. Situado en la Comarca de la Conca de Barberá, es patrimonio gracias a su monasterio medieval, considerado como uno de los más grandes de Europa.

El Real Monasterio de Santa María de Poblet. Se trata "una de las abadías cistercienses más grandes y completas del mundo", según describe la UNESCO, que la incluyó en su lista en 1991.

Es de obligatoria parada visitar el Panteón Real, donde se encuentran enterrados muchos de los reyes de la corona de Aragón. Además, posee el Bosque de Poblet que es una gran reserva situada al pie de las montañas de Prades.

Beget

Beget es uno de los pueblos medievales más bonitos pero también uno de los más desconocidos de Cataluña. Su origen se remonta a la Edad Media y, forma parte del Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña.

El pueblo está dividido en 'tres' partes y están conectados por puentes que aportan personalidad al pueblo. En la parte más antigua se puede visitar la iglesia de Sant Cristófol de Beget, que data del siglo XII.

El encanto de esta villa medieval emana de la arquitectura de sus casas y del empedrado de sus callejuelas. Además, es el perfecto punto de partida para hacer diferentes actividades al aire libre como por ejemplo, senderismo.

Santa Pau

Tres volcanes inactivos (el de Can Simó, el de Santa Margarida y el Croscat) rodean este pueblo situado en el centro del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa.

Es uno de los pueblos medievales más populares de la Garrotxa en Cataluña. Cuenta con un castillo en la zona más alta del pueblo y posee un laberinto de calles entre murallas.

Rodeado de naturaleza, Santa Pau es un buen inicio de varias rutas por la zona, como la ruta por las tierras de los barones de Santa Pau o la caminata para ver los antiguos caminos de los monjes.