La cara oscura del deporte salpica al tenis

Wozniacki denunció insultos de la grada

La danesa denunció amenazas e insultos a su familia / EFE

Patricia Martínez

Patricia Martínez

La tenista danesa Caroline Wozniacki, número uno del mundo y vigente campeona del Open de Australia, disputó en la madrugada del sábado el partido de segunda ronda del Premier Mandatory de Miami contra la puertoriqueña Mónica Puig. Sin embargo, el tenis quedó en segundo plano a causa de la desagradable situación que se vivió en el estadio. 

Parte del público que apoyaba a Puig se dedicó a lanzar insultos y amenazas tanto a Wozniacki como a su familia durante el choque. La tenista se quejó en varias ocasiones a la juez de silla, la cual pidió a la grada que se mantuviera en silencio. Sin embargo, finalmente la propia árbitro acabó ordenándo a Wozniacki que no parara más el partido con sus quejas. La danesa empezó ganando, pero, totalmente desconcentrada, terminó cayendo eliminada del Open de Miami ante una Mónica Puig superior en los últimos juegos. 

La actual campeona del Open de Australia no dudó en denunciar los lamentables hechos a través de las redes sociales, quejándose de que los miembros de seguridad "no hicieron nada" para evitar el mal trato que sufrió tanto ella, como su familia: "Anoche perdí un duro partido contra una gran oponente y amiga, Mónica Puig, en el Open de Miami. Soy muy consciente de que el tenis es un deporte de victorias y derrotas. Sin embargo, durante el partido gente que se encontraba en las gradas amenazó a mi familia, desearon la muerte a mi madre y a mi padre, me llamaron cosas que no puedo repetir y le dijeron a los sobrinos de mi novio (que tienen 10 años) que se sentaran y se callaran la p**** boca. Los miembros de seguridad no hicieron nada para prevenir esta situación e incluso aceptaron que pasara". Con estas palabras la danesa explicaba el desagradable episodio que tuvo que soportar mientras sintió que ningún miembro de seguridad le apoyaba. 

En su mensaje, Wozniacki terminó pidiendo al staff del Open de Miami que tome medidas para evitar que estos hechos vuelvan a producirse: "Siembre animo a los fans a que apoyen a su jugador favorito y a que se cree una atmósfera competitiva, pero cuando se cruzan ciertas lineas, el tenis se vuelve miserable para ambos competidores. Espero que el Open de Miami se tome esto en serio porque es un horrible ejemplo para las próximas generaciones de tenistas y fans".

Tras conocer la denuncia de la tenista, James Blake, director del torneo, emitió un comunicado en el que definía al público como "apasionado" y afirmó que ni el personal del torneo ni el de la WTA "fueron testigos, ni informados, de ningún tipo de amenazas" ya que, de haberlo sido, "la situación hubiera sido tratada de forma inmediata". Sin embargo, lo cierto es que la tenista danesa sí se quejó de la situación, no obteniendo ninguna solución. 

lamentables precedentes

No es la primera vez que el tenis se ve salpicado por el lado más desagradable del deporte. En 2008 se vivió una situación muy similar en la final de la Copa Davis que enfrentó a Argentina con España. Tras el choque, que conquistaron los tenistas españoles, el capitán, Emilio Sánchez Vicario, denunció faltas de respeto por parte del público. Durante el partido, algunos aficionados argentinos dedicaron insultos e improperios a los tenistas españoles. Lamentablemente, tampoco en aquel momento la situación tuvo consecuencias.

Lo cierto es que una de las normas que caracteriza al tenis es que el público tiene prohibido hablar mientras se está disputando un punto. Esto evita que los jugadores se distraigan y convierte a este deporte en uno de los más 'limpios' del momento. Sin embargo, esta norma no siempre se respeta y el de Wozniacki es un ejemplo de lo lamentable de la situación cuando las faltas de respeto no se toman todo lo en serio que deberían. 

En un contexto en el que los enfrentamientos entre ultras de otros deportes como el fútbol han vuelto a primer plano, que el tenis se sume a la cara más miserable del deporte no es una buena noticia. Por ello, la denuncia de Caroline Wozniacki debería servir para que este tipo de situaciones no vuelvan a producirse y el juego limpio y la deportividad continuen caracterizando el tenis.