Djokovic cierra el paso a Nadal en Roland Garros

Novak Djokovic ha superado por primera vez a Rafa Nadal en Roland Garros. Cierra el paso al tenista de Manacor y le inflige su segunda derrota en París en 11 participaciones: 7-5, 6-3 y 6-1 en dos horas y 26 minutos. El serbio accede a semifinales y se quita de en medio al que ha sido su mayor obstáculo en el camino hacia el único Grand Slam que falta a su palmarés.

Las circunstancias no engañan. Djokovic llegaba en el mejor momento de su carrera; Nadal lo hacía con demasiados altibajos y dudas, sin la confianza necesaria para un duelo tan temprano con el número uno. Un hombre que lleva cuatro años soñando con este título y que ha tenido en Rafa al peor cortafuegos imaginable para sus aspiraciones.

El inicio del duelo ha sido desalentador: Novak, tenso pero imperial y con Nadal sin respuestas. En apenas 17 minutos el serbio ya disponía de una ventaja de 4-0. "¡Actívate!" le gritaba desde la grada Rafa Maymó, su recuperador físico y uno de sus hombres de confianza. Pero el escenario ha cambiado por completo.

Ha llegado la reacción de Nadal y ha podido encadenar, a su vez, cuatro juegos. Gracias a su pundonor y a errores que antes no cometía 'Nole', que se ha girado hacia su box indignado. Todo volvía a empezar a los 38 minutos de partido. Pero la iniciativa, el dominio, era del número uno. Nadal, siempre a remolque, condicionado por su saque (concedió hasta 18 puntos de 'break') y por sus errores (un total de 30, los mismos que su rival ), muchos más de los habituales... no contrarrestados por sus golpes ganadores (16 por los 45 de Djokovic).

Para rematarlo, un 'warning' por pérdida de tiempo cuando se estaba jugando, literalmente, el set: acababa de salvar el segundo punto de set para Djokovic cuando ha sido advertido por el francés Cedric Mourier. El set iba a ser para Djokovic. Aunque necesitaría otros cuatro 'set balls' para certificarlo.

En el segundo parcial la dinámica se ha mantenido: Novak gana sus servicios con comodidad, Nadal, padece... y tanto va el cántaro a la fuente que al final, revienta. Lo hace en el peor momento, cuando la capacidad de reacción es menor. Pero es que Rafa no está para demasiadas reacciones. Ni siquiera el enfado de Djokovic por las condiciones de la pista, muy seca y, por tanto, resbaladiza, le hacen perder de vista el objetivo: sellar el segundo parcial, una ventaja que se antoja excesiva para remontar dadas las circunstancias. De nuevo Nadal se resiste a su suerte pero al cuarto punto de set, Novak certifica la manga.

La tercera no entrará en los anales de la historia. Un monólogo de Djokovic. Y una doble falta de Nadal firma la sentencia. Pone el punto y final más desagradable. Son las seis y cuarto de la tarde en París. Se despide el nueve veces campeón. Este día tenía que llegar porque lo otro, ese 70-1 previo a este partido, era infrahumano. Y permanecerá en el tiempo. Hay que valorarlo. Y haberlo disfrutado ha sido una gozada. Y un honor.

"Tengo mucho respeto por Rafa. Esta temporada no está jugando a su nivel pero es un campeón, siempre es un placer enfrentarse a él. Estoy muy orgulloso", ha dicho, emocionado, Djokovic. Él seguirá persiguiendo su sueño. Nadal tiene ahora trabajo por delante.