David Ferrer: "Me voy feliz y con amor al tenis"

David Ferrer contempla la pista días antes de retirarse

David Ferrer contempla la pista días antes de retirarse / JAVI FERRÁNDIZ

David Ferrer se está despidiendo de las pistas que le han visto crecer como tenista y como persona. Se retira. Ha meditado la decisión, la ha madurado y la ha tomado en el momento oportuno, cuando sigue enamorado de este deporte pero a sus 37 años ha pasado de la pasión a la estima. Piensa que en este status se sentirá cómodo y reforzará el lazo de amistad con el tenis con más serenidad y pausa. Barcelona y Madrid serán sus últimos torneos y después su hijo Leo, de 11 meses, será el gran beneficiado por su retirada. Disfrutará del David Ferrer padre. Qué suerte.

¿Si tuvieras delante al David Ferrer niño con el sueño de ser tenista qué le dirías?

Sobre todo que disfrutara más del momento, que aceptara la derrota mejor, que fuera un poco más insistente de lo que ha sido y sobre todo que viviera el presente y que no pensara tanto en el futuro. y que no fuera tan dramático en ciertos momentos.

La vida evidentemente te cambia, ¿y una pista de tenis? 

Te cambia porque aprendes de los errores. Yo era un jugador muy impulsivo, me costaba aceptar la derrota. No la toleraba y esto me llevaba a la frustración. Con los años aprendes, conoces a personas nuevas, diferentes conceptos, diferentes modos de ver la vida y ello me ha llevado a lo que soy ahora. Espero seguir mejorando y no quedarme estancado en lo que es David Ferrer ahora mismo.

"Me he intentado preparar para la retirada"

A muchos deportistas la retirada se les atraganta, ¿a ti no?

Hay que prepararse para ello. Igual que trabajas la técnica o el físico también hay que trabajar la mente. Me he intentado preparar para ello, además, mi retirada está siendo transitoria y esto me ha ayudado a aceptar la decisión, a llevarlo mejor… Estoy feliz y contento porque sé que mi etapa como tenista profesional está prácticamente terminada. Tengo otras ilusiones en la vida y ahora podré hacerlas.

¿Te queda un sabor amargo por no haber ganado un Grand Slam?

No porque he hecho todo lo que he podido, no tengo nada que reprocharme. Por supuesto que si volviera atrás cambiaría cosas, pero entonces no sabía más. En este aspecto me siento muy feliz y orgulloso de mi carrera. No haber conseguido el Barcelona Open después de jugar cuatro finales me ha dolido. Ganar un Grand Slam también me ha faltado pero he perdido con jugadores que ahora mismo son leyenda.

"Me gustaría irme siendo lo más competitivo posible"

¿Cómo estás viviendo estas últimas semanas con tantas despedidas consecutivas?

Intento abstraerme un poco emocionalmente porque estoy compitiendo y me gustaría hacerlo bien. Por lo menos ser lo más competitivo posible. Cuando termine ya disfrutaré un poco de las emociones. 

¿Qué aspectos del físico y del estilo de juego cambiarías si volvieras atrás?

Hubiera evolucionado mucho antes en un juego cortado, evolucionar más en la red. En la preparación física no hubiera hecho muchas cosas, pero hay muchas cosas de la preparación física que ahora sabemos y antes no. Cambiaría decisiones que he tomado en la vida, pero a veces hay que tomar una decisión y hay aceptar las consecuencias para luego no volver a cometer ese error. A partir de 2009 fue un momento de transición en mi carrera tenística cuando pude tomar mis propias decisiones. Fui profesional desde 2002 pero creo sinceramente que a partir de 2009 empecé a tomar mis decisiones.

"Decido retirarme tras acabar en Wimbledon. Allí vi que no podía volver a ser el David Ferrer que yo quería"

¿En qué momento decides retirarte?

Creo que fue en verano del año pasado. Cuando acabé en Wimbledon, ahí realmente creí y sé a ciencia cierta que era correcto, que no podía volver a ser el David Ferrer que yo quería como tenista. Poder ser regular, poder estar cerca de los mejores, no digo que no pueda jugar estos torneos porque a nivel tenístico no estoy mal, pero me apetecía acabar jugando los mejores torneos que hay, jugar en las pistas centrales. Viajar y jugar en las pistas menores mentalmente me iba a costar más y más en una edad en la que difícilmente puedes dar el máximo de ti.

¿Mejor y peor momento de tu carrera?

El mejor momento fue cuando gané París Bercy, pero también hay otros como la Copa Davis del 2011 que fue muy bonita y emotiva. El peor momento la final de Miami cuando perdí ante Andy Murray con un ‘match ball’ a favor y pedí ese ojo de halcón que dio out (perdió la final por 2-6, 6-4 y 7-6 (1) tras tres horas de partido).

¿Cómo vivirás el tenis ahora?

Como aficionado. A mí me gusta ver tenis y no lo veo echando de menos estar en esa pista central, lo que me hace entender que he elegido bien el momento de retirarme. Me voy con amor al tenis. Al final me voy feliz y eso es de lo que más orgulloso me siento, no irme por lesión, ni con odio ni enfado sino con un cariño de la gente y de todo el mundo pero sobre todo hacia mí.

"Me gustaría que se me recordara como un jugador incansable, consistente, que lo dejó todo"

¿Cómo quieres que se te recuerde?

Como un jugador incansable, consistente y que lo dejó todo. Creo que es esta mi esencia, lo luché todo hasta el último punto de mi carrera.