Drag Race España 2: Samantha Ballentines se convirtió en la tercera expulsada
La gaditana se enfrentó a su amiga, Jota Carajota, en el lip sync final
Samantha Ballentines ha pasado todo su concurso enfrentándose a la nominación
Drag Race España 2 continúa su periplo, y ya se ha convertido en una de las mejores ediciones del formato RuPaul Drag Race de todos los países en los que se emite. Es cierto que el programa de ayer bajó un poco el listón, con un reto algo aburrido y una pasarela bastante deslucida, pero de nuevo, Samantha Ballentines demostró que pese a ser la eterna nominada, su arte va más allá de la televisión.
La gaditana acabó en el lip sync final por tercera vez consecutiva, aunque en este caso la nominación le dolió más aún por enfrentarse a una de sus amigas en el concurso: Jota Carajota. Un duelo que se quedó en Cádiz y que terminó ganando esta última gracias a una interpretación mucho más comedida que la que hizo de nuevo Samantha Ballentines.
Antes de irse de Drag Race España 2, la expulsada quiso mandar un mensaje importantísimo: "lo que más me encanta en esta vida es hacer reír, que la gente disfrute, y creo que aquí lo he conseguido. Y después de esto solo puedo decir... ¡Qué whathappend, cariño! ¡Qué whathappend 'Drag Race España', que me han echado, hijos de puta! Le voy a meter fuego a Atresplayer".
Unas frases que dejan bien claro que Samantha Ballentines es más de estar encima de los escenarios que frente a una cámara. Su improvisación no ha gustado, y esto le ha terminado pasando factura frente al jurado.
- Gonzalo Bernardos lanza este importante consejo a quienes vayan a comprar un piso: "Os recomiendo que...
- Perder tendrá consecuencias reales
- ¡Cabreo monumental de Laporta en Montilivi!
- Jorge Rey alerta a los españoles: "La semana que viene...
- Montilivi se aleja de la Champions League
- El otro castigo para el Barça si no es segundo
- Xavi: "Nos venimos abajo con cualquier situación negativa y así es imposible competir
- La decisión que ha tomado Kyle Walker tras destaparse su doble vida