INVESTIGACIÓN
¿Quiénes roban relojes de lujo en Barcelona, Madrid, Baleares y la Costa del Sol?
Cada día de verano "levantan" cuatro piezas de entre 20.000 y 400.000 euros en España. La Policía Nacional tiene fichados ya a 250 napolitanos, muchos de ellos vinculados con la Camorra
Luis Rendueles
Cada día de verano, los partes de incidencias de la Policía Nacional recogen el robo de "tres o cuatro relojes de lujo". Más de cien relojes robados al mes en España. La mayoría de las víctimas están en Barcelona, Málaga, Marbella, Ibiza, Palma de Mallorca y Madrid, según explican a CASO ABIERTO, canal de investigacion y sucesos de Prensa Ibérica, desde el Grupo de Robos de la UDEV Central, encargado de luchar contra esos delincuentes. ¿Quiénes son los ladrones?
"El 75 por ciento de esos robos los cometen ciudadanos napolitanos, muchos vinculados a la Camorra", afirma un integrante de la UDEV. Desde 2020, ese grupo policial ha elaborado la primera base de datos con los ladrones de relojes más peligrosos en España. Ya hay 250 ciudadanos napolitanos incluidos en ella.
La Guardia di Finanza italiana ha confirmado a sus compañeros españoles que muchos de esos ladrones forman parte, en sus eslabones más bajos, de la Camorra, el grupo mafioso de Nápoles, y que han participado ya en otras operaciones de blanqueo de dinero y tráfico de drogas.
Células de "trabajo"
Los investigadores españoles ya saben cómo funcionan esos delincuentes. "Trabajan en células de cuatro o cinco personas", explican. "Los ladrones llegan a España en ferry o en aviones a aeropuertos poco vigilados; por ejemplo, si van a atracar en Marbella, viajan a Sevilla", añaden. Llevan documentación falsa, napolitana, proporcionada por la organización, como la que se muestra en este reportaje.
"A veces traen la scooter en el ferry, pero lo normal es que las alquilen en Mallorca o Málaga. Ponen una pegatina con la mitad de una matrícula falsa sobre la matrícula real para que no sigamos la pista".
Modus operandi
Llegado el momento del robo, dos ladrones se acercan en la motocicleta a la víctima, generalmente un hombre, un turista, con un peluco o un orologio de lujo. Uno de ellos se queda cerca con la moto en marcha. El otro se baja y ataca a la víctima. Le retuerce la muñeca y le desabrocha la hebilla del reloj. Vuelve a subirse a la moto y se van.
Últimamente se han perfeccionado para no ser detenidos con el botín en la mano. A pocos metros del lugar del robo les esperan dos compinches en un coche, también alquilado, que lleva las ventanillas abiertas. Cuando la moto pasa a su altura, el ladrón encesta el reloj en la parte de atrás del coche y todos siguen su camino. Cada vez es menos frecuente verlos utilizar una pistola, como en el asalto a una mujer en Marbella que ilustra este reportaje.
Las ojeadoras
Las víctimas, la mayoría hombres maduros con un buen reloj a la vista, son elegidas cuidadosamente gracias a labores previas de vigilancia. Las realizan las "ojeadoras", elegantes mujeres italianas, la mayoría de ellas, de la zona de Nápoles.
Van muy bien vestidas y frecuentan centros comerciales de lujo, terrazas de restaurantes caros, reservados de discotecas. Allí fichan quién tiene un buen reloj. "Ellas no ejecutan, localizan. Cuando tienen elegida a la víctima, avisan por móvil a los hombres y ellos se encargan", explica un policía español.
"Mujeres elegantes eligen a las víctimas en hoteles, restaurantes y tiendas de lujo. La organización no quiere robar relojes que valgan menos de 20.000 euros cada uno"
Las ojeadoras trabajan con "responsabilidad". "La organización no quiere robar relojes que valgan menos de 20.000 euros cada uno", añade este investigador. Y deben ceñirse a robar solo tres marcas elegidas: Rolex, Patek Phillippe y Audemars Piguet . "Suelen elegir muy bien. Lo habitual es que roben relojes de 120 o 130.000 euros. En España se han llevado relojes de 400.000 euros. Si roban uno que vale menos de 20.000 euros lo consideran un error".
Destino final
Si el reloj es muy bueno, "sale" inmediatamente de España. Si es mediano, se espera un par de días. Muchas veces, los hombres que lo sacan, gente no fichada por la policía, lo llevan incluso puesto en la muñeca. Varios han sido detenidos así en aeropuertos españoles y en el de Nápoles. Los ladrones napolitanos más conocidos en España fueron el clan Fiorillo, cinco hermanos napolitanos, que se movían en células de hasta 20 personas.
"La Policía Nacional ya ha detectado el salto de algunos ladrones de relojes a traficantes de droga en Barcelona, Ibiza y Mallorca"
El destino final de la mercancía es variado. Se han encontrado relojes robados en España en territorio de Israel, también en Abu Dabi, incluso en Suiza. Los investigadores sospechan que se utilizan también como pago o fianza por parte de la Camorra para financiar operaciones de tráfico de drogas.
En España, la Policía Nacional ya ha detectado el salto de algunos ladrones de relojes a traficantes de droga, "sobre todo en la zona de Barcelona, Ibiza y Mallorca", aseguran fuentes de la UDEV.
Ni casinos ni burdeles
Los napolitanos que roban relojes en España alternan sus campañas de verano aquí con otras en la isla de Mikonos (Grecia). Se alojan en hostales discretos o apartamentos turísticos.
A diferencia de otros delincuentes, no gastan el botÍn ni frecuentan casinos ni prostíbulos españoles. Solo les delatan, a veces, sus tatuajes. Casi no hay ladrón de relojes sin tatuajes, según la policía. Muchos repiten de año en año, el cambio climático les ayuda, los turistas empiezan a usar manga corta, y a dejar ver sus relojes, ya en Semana Santa.
Son osados. Hace poco uno de ellos, perseguido por la policía en Marbella, tiró un reloj robado en la calle, junto a un portal. Los agentes decidieron esperar para ver si regresaba a por el botín. Lo hizo, con una pistola con la que trató de disparar a uno de los agentes. El arma, por fortuna, se encasquilló.
Otros grupos
Los napolitanos son responsables de tres de cada cuatro robos de relojes de lujo en España. El resto corre a cargo de varios grupos: uno de ellos lo forman ciudadanos franceses de origen argelino o tunecino. "Son más rudos y están menos organizados que los napolitanos. Son más violentos, ven a alguien con un buen reloj, lo siguen y se lo quitan", indica un investigador. Varios están establecidos en Barcelona y algunos vienen desde Marsella para las campañas de verano.
El boom de los relojes de lujo ha atraído también al sector a grupos de delincuentes colombianos y venezolanos, "actúan sobre todo en Madrid, y no con scooters, como los italianos, sino con motos de gran cilindrada", subrayan fuentes policiales. Los últimos en sumarse a esa tendencia del robo de relojes muy caros en España son, según los datos policiales, grupos de delincuentes argentinos.
Abrazos amorosos
También hay grupos de delincuentes, casi siempre de origen rumano, dedicadoS al robo por "abrazos amorosos". Al contrario que en el caso de los napolitanos, las ejecutoras aquí son mujeres muy cariñosas con las víctimas. "Casi siempre se trata de ancianos, gente sola. Los abrazan, les dicen cuatro cosas y les quitan el reloj". En este caso, las victimas son ancianos de toda clase social y los botines son menos suculentos.
Finalmente, también hay "producto nacional", grupos de delincuentes españoles que roban relojes, pero, según la policía, están mucho menos organizados y son oportunistas. "Si ven a uno con un buen reloj, le pegan el palo, pero no se dedican a ello". Todavía.
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