Agresión sexual

Arrestado y encarcelado por violar a cinco menores en una Iglesia Evangélica de Valencia

La madre del detenido, profeta y vidente, realizaba "ritos de exorcismo" a las víctimas al hacer creer a sus padres que "estaban endemoniadas"

El presunto depredador sexual, de 30 años y origen paraguayo, era el encargado del coro

El detenido por agresiones sexuales a menores, tocando el teclado en el coro de la Iglesia.

El detenido por agresiones sexuales a menores, tocando el teclado en el coro de la Iglesia.

Ignacio Cabanes

Agentes de la UFAM de la Policía Nacional investigan una trama de agresiones sexuales a menores en una Iglesia Evangélica de un municipio de l’Horta, en Valencia. Hasta el momento hay contabilizadas al menos cinco víctimas y su presunto agresor, un hombre de 30 años y nacionalidad paraguaya, ya ha sido detenido y encarcelado. De hecho, aunque tras las primeras denuncias el juez lo dejó en libertad, el duro testimonio de dos de las víctimas, que declararon mediante cámara Gesell, hizo que el Juzgado de Instrucción número cuatro de Mislata tuviera que acordar el ingreso en prisión provisional del presunto depredador sexual de menores ante el riesgo de reiteración delictiva. 

El arrestado era el encargado del coro de la Iglesia e hijo de la profeta que dirigía la misma, quien a su vez, según varios de los denunciantes, ejercía una fuerte influencia sobre los fieles de esta comunidad religiosa en la que se realizaban prácticas espirituales. A varias de las víctimas la madre del arrestado, que se atribuye capacidades como vidente, llegó incluso a realizarles rituales de exorcismo porque les decía a sus padres que sus comportamientos –producto realmente de los abusos y violaciones que estaban supuestamente sufriendo– eran, según ella, porque "estaban endemoniadas". Así, les colocaba la mano en la cabeza y recitaba versículos bíblicos para liberarlas de sus demonios.

La denuncia que destapó las agresiones

Las presuntas agresiones sexuales a menores se destaparon hace unos meses tras la denuncia del padre de dos de las víctimas, una de ellas ya mayor de edad. La menor le contó a su hermana mayor los abusos que había sufrido y ésta, que hasta ese momento lo había mantenido en silencio por vergüenza y miedo a la familia del presunto agresor, también se derrumbó y le reconoció que ella también había sido víctima de esta misma persona desde los seis años.

A dos de las menores ya se les ha realizado prueba preconstituida tras declarar mediante cámara Gesell

Tras las investigaciones realizadas por la Policía Nacional, se pudo identificar a otras tres víctimas que también han interpuesto denuncia. Dos de ellos son dos hermanos, ya mayores de edad, quienes han relatado ante el juez que el arrestado los obligaba a ver películas pornográficas siendo menores. Además les hacía desnudarse y ver cómo se masturbaba.

Una quinta víctima es su propia cuñada, de solo quince años, y de la que presuntamente habría abusado sexualmente desde los siete años hasta que, tras casarse con su hermana, la madre de las niñas decidió apartarse de dicha congregación y de la negativa influencia que estaba ejerciendo en su salud mental y la de sus hijas –sin saber todavía las agresiones sexuales que se estaban produciendo–.

"Siempre rodeado de niños"

El arrestado se ganaba la confianza de los menores dándoles chucherías. "Siempre estaba rodeado de niños, se mostraba muy cariñoso con ellos", aseguran las fuentes consultadas por este periódico, que en ese momento no sospecharon que este acercamiento fuera fruto de sus intenciones presuntamente lascivas. 

Las presuntas agresiones sexuales, algunas de ellas agravadas al haber acceso carnal, se producían aprovechando los momentos en los que se quedaba a solas con los menores, durante los encuentros y comidas con los fieles, tanto en el domicilio del detenido como en el de algunas de sus víctimas, al tener una total confianza con sus progenitores.

Las dos víctimas que todavía son menores de edad ya han prestado declaración mediante cámara Gesell. Su testimonio ha sido incorporado a la causa como prueba preconstituida para que no tengan que revivir de nuevo en el juicio las agresiones y abusos que sufrieron con apenas seis, siete y ocho años. Dada la gravedad de los hechos relatados por las niñas, ante el evidente riesgo de fuga, y para evitar una posible reiteración delictiva, el juez instructor acordó el ingreso en prisión de este presunto depredador sexual.