Gemma Mengual & Iris Tió: Sincronizadas

Gemma Mengual no ha perdido un ápice de su ambición deportiva, ya sea desde el agua o fuera de ella

A Iris, el mundo le puso el foco este verano tras conseguir el bronce mundial con el solo técnico

Gemma Mengual & Iris Tió: Sincronizadas

Gemma Mengual & Iris Tió: Sincronizadas / Dani Barbeito

Carme Barceló

Carme Barceló

Copa en alto y un ascensor. Arriba. Más arriba. Gemma Mengual no ha perdido un ápice de su ambición deportiva, ya sea desde el agua o fuera de ella. Alienta, anima, ayuda. Llega al ‘shooting‘ después de entrenar con el equipo que, a mediados de enero, viajará a Doha para afrontar un Mundial determinante cara a los Juegos Olímpicos de París. Una hora más tarde aterriza Iris Tió en el hotel El San Cugat con la melena recién cortada aún chorreando agua.

Comemos juntas un menú saludable y las atropellan las palabras. “¿Cómo ha ido hoy?”, se preguntan la una a la otra. Intercambian consignas y ese lenguaje que sólo conocen las que respiran el mismo aire del CAR. “Ahora les esperan dos meses duros -explica Mengual- pero veo muy bien a los equipos. Casi seguro que estarán en los Juegos aunque, con el nuevo reglamento, no podemos confiarnos. Pero estoy convencida que iremos a París”.

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A Iris, el mundo le puso el foco este verano tras conseguir el bronce mundial con el solo técnico. También llegaron las medallas con el dúo y el equipo. Nació una estrella que vive inmersa “en la modestia”, como apunta su admirada Gemma. Para Tió, “lo importante siempre es el equipo. Ha sido un 2023 muy increíble, absolutamente brutal. Pero quiero ser prudente respecto a las olimpiadas”.

La entrega de esta nadadora y del resto del conjunto nacional de ‘sincro’ las ha llevado a vivir una Navidad muy distinta, concentradas en Lanzarote y compartiendo estas fiestas con la familia deportiva. “No lo veo tan duro -asegura- si pienso el porqué. Tenemos un objetivo y un calendario que es el que es”. Si la élite es sacrificio, aquí tienen un ejemplo.

Gemma Mengual ya lo ha vivido. Una, dos y tres veces. Por eso disfruta del tiempo de ocio como nadie. Focalizada en ‘su’ dúo mixto, espera que “el 2024 sea un año emocionante a nivel personal y profesional. Me toca, lo veo y voy a por ello”. Mira a Iris y me dice: “No veas el talento que tiene esta niña”. Le guiña un ojo, la ayuda a retocarse el maquillaje y juntas brindan por lo que vendrá.