Ruido de llaves

En el camino del Barça se cruzaron los dos equipos de Praga, que protagonizan uno de los derbis más antiguos de Europa

El Slavia se fundó en 1892; el Sparta, solo un año después

El Sparta de Praga, equipo de la República Checa

El Sparta de Praga, equipo de la República Checa / Twitter

SPORT by Panenka

El Sparta Praga estuvo a punto de frustrar el gol de Koeman en Wembley. En 1992, los líderes de dos grupos de cuatro conseguían billete para la final. El Barça tenía prácticamente el camino hecho cuando, en la penúltima jornada, perdió ante el conjunto checo, que se situaba a solo un punto de los culers.

El Barça dependía de sí mismo y no falló contra el Benfica. La Sampdoria se clasificó en el otro grupo y ya sabemos cómo terminó la historia. Casi 30 años después, el otro gran equipo checo, el Slavia, rascó un 0-0 en el Camp Nou. Era la cuarta jornada y el equipo entrenado entonces por Valverde lideraba el grupo, pero lo perseguían Inter y Borussia Dortmund, futuros rivales.

En el camino del Barça se cruzaron los dos equipos de Praga, que protagonizan uno de los derbis más antiguos de Europa. El Slavia se fundó en 1892. El Sparta, solo un año después. El primer enfrentamiento se dio en 1896 y desde entonces se han repartido el dominio, aunque el Sparta está por encima en palmarés. Incluso los dos han pasado por segunda división.

Los gigantes del fútbol checo tienen origen distinto. El Slavia se asociaba a los intelectuales, ya que lo fundaron un grupo de estudiantes de medicina. El Sparta, en cambio, representaba a las clases trabajadoras. Concretamente, lo crearon tres hermanos. Su equipación al principio era negra, pero al inicio del siglo XX un presidente del Sparta, que tomó prestado el nombre de la ciudad griega para encarnar el coraje y la garra, presenció en Londres un partido del Arsenal y se enamoró de la equipación ‘gunner’.

Los primeros años pertenecieron a los ‘Espartanos’. Dominaron la liga local y ganaron tres Copas Mitropa, precursora de la Champions en Europa Central, un monopolio que le hizo ganarse el sobrenombre de ‘Sparta de Hierro’. En los años 30 dio un paso adelante el Slavia. Los dos equipos de Praga eran temibles. Checoslovaquia fue subcampeona del Mundial de 1934 y los once jugadores eran del Sparta o del Slavia.

Después de la Segunda Guerra Mundial y con el inicio del período comunista, llegó el primer terremoto para los grandes equipos checos. Sobre todo por la fundación del Dukla Praga, equipo vinculado a las fuerzas armadas, que dominó el campeonato durante varios años. El equipo más perjudicado fue el Slavia, que entre 1947 y 1995 no ganó ninguna liga.

A principios de los 90 hubo más agitación política, con el fin del período comunista y la separación de Checoslovaquia en República Checa y Eslovaquia. Todo empezó con la conocida como ‘Revolución de Terciopelo’, un movimiento pacífico por el que el Partido Comunista perdió el poder en la región. Uno de los símbolos de aquella época fue el tintineo de las llaves con el que los ciudadanos mostraban apoyo a la apertura.

Aun así, el fútbol checo no se resintió. En pleno movimiento, en 1992, fue cuando el Sparta estuvo cerca de plantarse en la final de Wembley. Poco después, en 1996, la República Checa fue subcampeona de la Eurocopa.

Un rastro de lo que fue

Nada cambió en la tendencia del país: el Sparta terminó ganando casi todas las ligas de Checoslovaquia y empezó ganando casi todas las ligas de la República Checa. Además, a principios del siglo XXI, el Slavia sufrió una crisis económica de la que le costó recuperarse.

Pero lo hizo, casi al mismo momento en el que su rival entró en un bajón de resultados. Eso ha hecho que el derbi de Praga sea un poco como la ciudad: un rastro de lo bonita que fue. Si el Sparta mira al pasado, verá con su camiseta a Poborsky, Rosicky, Nedved, Cech y otros mitos del fútbol checo.

Los ‘Eslavos’ pueden presumir de Josef Bican, del que algunos dicen que marcó más de 800 goles. Pero el Slavia seguro que prefiere mirar al presente. Aunque el palmarés general favorece a los ‘Granates’ con 33 ligas nacionales por 20 del Slavia, el cambio de tendencia es un hecho.

Mientras que el Sparta no ha ganado ningún título desde 2014, los ‘Eslavos’ han conquistado cuatro de las últimas seis ligas, tres de forma consecutiva. Ambos jugarán por acercarse al Viktoria Plzen, líder y vigente campeón de la República Checa.

Pese a que el derbi es más un recuerdo de grandeza que un símbolo de ella, la fría Praga todavía se calienta en día de partido. Las bengalas y la pasión aumentan la temperatura del hielo vaporizado del río Moldava. La ciudad se divide en tres: los del Sparta, los del Slavia y los policías. Es un día en el que, si los aficionados no pueden hacer mucho ruido como antaño, al menos consiguen hacer sonar las llaves.