Fuego en la 'ciudad blanca'

El catalán Enric Saborit atiende la llamada de Sport Dossier desde Tel Aviv

“En Tel Aviv hay dos opciones: o eres del Hapoel o eres del Maccabi", indica el futbolista del Maccabi

Enric Saborit, futbolista del Maccabi Tel Aviv

Enric Saborit, futbolista del Maccabi Tel Aviv / Getty Images

Aitor Lagunas

Aitor Lagunas

“Yo nunca he vivivido un derbi tan bonito pero a la vez tan tenso: hay bengalas, hay fuego... Hay de todo”. El catalán Enric Saborit atiende la llamada de Sport Dossier desde Tel Aviv, la segunda ciudad más poblada de Israel -solo por detrás de Jerusalén- y su capital económica. Como exfutbolista del Athletic Club, Saborit conoce el picante que una buena rivalidad aporta a aficionados y jugadores. Como componente del Maccabi, el lateral catalán vela armas de cara al derbi de mañana contra el Hapoel. “En Tel Aviv hay dos opciones: o eres del Hapoel o eres del Maccabi. Más o menos el reparto de las aficiones en la ciudad es bastante equiparable”, argumenta.

Asentado en la orilla oriental del Mediterráneo desde 2018, Saborit acumula casi 100 partidos de la Liga Ha`Al, la primera categoría del fútbol israelí. “Ningún encuentro se puede comparar con el derbi. Los jugadores notamos esa presión que baja desde las gradas”, señala el lateral zurdo. “La notas desde que comienza la semana y se hace aún más patente cuando los hinchas acuden al ultimo entreno antes del partido para apretarnos un poco”. Esa tensión que Saborit percibe desde el campo es en realidad doble: la propia de un enfrentamiento entre vecinos pero también la de un choque entre dos conceptos sociales opuestos. Este es un derbi que excede las fronteras del deporte al mismo tiempo que desborda las de la propia ciudad.

Porque la rivalidad de Tel Aviv replica localmente -y amplifica hasta su intensidad más alta- la dualidad que preside el ecosistema deportivo del país. Antes incluso de su independencia en 1948, en Israel el fútbol ya se ordenaba en torno a dos asociaciones antagónicas. Por un lado los clubes Maccabi nacían entre el movimiento sionista, que desde finales del siglo XIX reclamaba un Estado propio para los hebreos. Por otro, los equipos Hapoel hundían sus raíces en el sindicalismo obrero. Si aquellos lucían la estrella de David en sus logos, estos bordaban hoces y martillos en el pecho. Aún hoy esta dualidad es, por omnipresente, definitoria del fútbol israelí. Desde su última reforma en 1999, 29 clubes han disputado la Premier israelí: entre ellos hay siete variedades diferentes de Maccabi y 16 de Hapoel.

RIVALES Y DOMINADORES

Ese trasfondo histórico se funde con la ciudad de Tel Aviv, la más vibrante, canalla, abierta y moderna del país. Escenario de noches sin fin, refugio del movimiento LGTBI en Oriente Medio y cuna de start-ups tecnológicas, es también la sede de los dos equipos más laureados de Israel. Los 24 campeonatos del Maccabi local y los 14 de sus vecinos del Hapoel dibujan la hegemonía de la llamada ‘ciudad blanca’ en el fútbol hebreo. “Hace bastante tiempo que el Hapoel no consigue ganarnos”, apunta Enric Saborit, “pero esta temporada la han comenzado mejor que nosotros”. Ambos detalles son ciertos. El Hapoel lleva desde el 11 de noviembre de 2012 sin vencer un derbi. Desde entonces han transcurrido 29 duelos entre liga y copa, con 22 victorias del cuadro amarillo y apenas siete empates. A las órdenes de entrenadores como Òscar Garcia, Jordi Cruyff, Slavisa Jokanovic o Peter Bosz, en esas nueve últimas temporadas el Maccabi solo ha sido subcampeón cuando no fue campeón. Sin embargo, el derbi de mañana encontrará al equipo de Saborit -y también de Luis Hernández, exdefensa del Sporting o del Málaga- en la mitad baja de la tabla, algo que le acaba de costar el cargo al técnico neerlandés Patrick van Leeuwen. “Venimos de jugar la Conference League entre semana y ellos llegan con la obligación de poder ganarnos un derbi y asentarse en cabeza”, resume Saborit.

El renovado Bloomfield Stadium, hogar compartido de ambos conjuntos y estadio de la selección nacional, ya prepara sus 30.000 asientos para el duelo. En el ambiente flota el aroma de igualdad agónica del último precedente, hace cinco meses, con un escenario especial: supuso la final de la Copa de Israel. “Acabamos los 90 minutos empatados a uno, y en la prórroga nos adelantamos nosotros. Pero en la última jugada nos igualó el Hapoel tras hacer una posible falta. Y ahí entró el VAR... Necesitó casi diez minutos para decidirse”, evoca el lateral del Maresme. La rivalidad ciudadana, las tensiones ideológicas del fútbol israelí, la resolución de la copa... Todo era polvo en suspensión a la espera del soplido del videoarbitraje. “Al final, le mostraron roja al jugador del Hapoel y se invalidó el gol. Imagínate qué forma de proclamarnos campeones”, resuelve Saborit a escasas horas de un nuevo derbi que, más que una ciudad, explica la historia reciente de todo un país. 

MACCABI-HAPOEL

TEL AVIV

32°05’N 34°47’E

Población (área metropolitana)

1.284.000 habitantes

País

Israel

Distancia entre estadios

0 km (comparten el Bloomfield Stadium)

Hat-trick

de consejos

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CÓMO LLEGAR 

AirEuropa vuela sin escalas desde Madrid. Para hacerlo desde Barcelona hay que recurrir a aerolíneas de bajo coste. En el aeropuerto Ben Gurion los interrogatorios por motivos de seguridad pueden ser ocasionalmente molestos.

 QUÉ VISITAR

Varios arquitectos judíos de la escuela Bauhaus escaparon de Alemania antes del Holocausto. Los que llegaron a Tel Aviv dejaron en la ciudad unos 4.000 edificios de ese estilo, como la ‘Ciudad Blanca’ o la plaza Dizengoff. Son Patrimonio de la Humanidad.

 DÓNDE COMER

En el centro de Tel Aviv se encuentra el Shuk Hacarmel, un mercado de proximidad con quesos, especias y zumos de frutas: el de granada es espectacular. Cerca, en el barrio de Kerem Ha Teimanim has de probar el shawarma o el hummus.

 PRÓXIMO PARTIDO

Mañana, 07.11.2021 (19:45 h)