Rubiales tira la toalla tras veinte días de pesadilla

El ex presidente de la RFEF ha cedido a la presión nacional e internacional y abandona el ente federativo

El dirigente ya había sido apartado por la FIFA y tiene abiertos varios procedimientos en su contra

Pedro Sánchez saluda a Luis Rubiales frente a Víctor Francos, presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD).

Pedro Sánchez saluda a Luis Rubiales frente a Víctor Francos, presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD). / EP

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Luis Rubiales ha dicho basta. Lo ha hecho este domingo 10 de septiembre, 21 días más tarde del lamentable episodio que le ha acabado costando el cargo. Fue el 20 de agosto cuando el ya ex presidente de la RFEF mantuvo un comportamiento impresentable durante la final del Mundial femenino, tanto en el palco de autoridades, agarrándose las partes nobles, como en la entrega de medallas, cuando besó sin su consentimiento a Jenni Hermoso.

Desde entonces, la presión internacional, tanto de los organismos que rigen el fútbol como de los medios de comunicación, pero también la presión nacional, desde el propio Gobierno, con el Consejo Superior de Deportes a la cabeza, a la sociedad en general, han acabado por hacerle tirar la toalla.

Fue la FIFA quien actuó de forma ágil apartándole de cualquiera de sus funciones como presidente de la Federación Española. Pese a ello, Rubiales rechazó la opción de dimitir ante la Asamblea federativa: "No voy a dimitir", dijo en varias ocasiones. Desde entonces, la presión ha ido en aumento y Jenni Hermoso acabó denunciándole ante la Fiscalía, que ya había denunciado a su vez al presidente suspendido por "crímenes de asalto sexual y coerción" contra la futbolista.

El dirigente ha puesto fin a su etapa como máximo representante del fútbol español asegurando que no quiere perjudicar a "terceras partes".