La RFEF ratifica a Robert Moreno como seleccionador

La Real Federación Española de Fútbol, y más concretamente su presidente Luis Rubiales, cumplió ayer con uno de los requisitos que establecen los Estatutos de la Federación Española de Fútbol. El pasado día 20 de junio, anunciamos en el diario SPORT la situación en la que se encontraba el estamento federativo tras el anuncio de la renuncia de Luis Enrique como seleccionador y el nombramiento de Robert Moreno. Nombramiento que, como bien expresó públicamente el presidente de la RFEF, Luis Rubiales, había adoptado en consenso con el Director Deportivo, José Francisco Molina.

Ya entonces contamos que esta decisión acerca del relevo en el banquillo nacional tenía que ser ratificada por la Junta Directiva de la propia Federación Española de Fútbol. Los Estatutos de la RFEF dejan bien claro al respecto que dentro de las funciones de este órgano federativo está la de “designar, a propuesta del Presidente, a los seleccionadores nacionales como a su cuerpo técnico”. Tal y como se hizo el 9 de julio del 2018 cuando se comunicó el nombramiento de Luis Enrique al frente del banquillo nacional, tras la celebración en la Ciudad del Fútbol de la correspondiente Junta Directiva.

Sin embargo, esto no se produjo el pasado día 19 de junio con el nombramiento de Robert Moreno como sustituto del entrenador asturiano. No hubo Junta Directiva previa a esta decisión. A finales del 2018, la RFEF modificó sus Estatutos incluyendo la posibilidad de que “en caso de urgencia, o para facilitar la celebración  de las sesiones de distintos órganos, dichas reuniones se podrían celebrar mediante la utilización de cualesquiera medios telemáticos que faciliten el seguimiento o la acreditación de la entidad de los distintos miembros”.

Es decir, que en casos de máxima urgencia, esta podría celebrarse de manera telemática. Una decisión que se adoptó especialmente tras lo acontecido precisamente con la salida de Julen Lopetegui en el Mundial de Rusia y donde, dada la complejidad de la situación, no se pudo convocar ninguna Junta Directiva al encontrarse la delegación española en tierras rusas y los miembros entonces de este órgano en la capital de España. De esta manera, se buscaba subsanar o responder ante situaciones futuras similares. Bien es cierto que tampoco se realizó esta convocatoria por medios telemáticos de la Junta Directiva en la adopción del relevo de Luis Enrique.

Quedaba entonces la opción de que el presidente de la RFEF se hubiera acogido, a la hora de adoptar esta decisión, a la modificación recientemente aprobada de sus Estatutos en la Asamblea del pasado 10 de junio. Modificación que incluye, al margen de los medios telemáticos, la creación de un Comité de Emergencia conformado por “el Presidente, los Vicepresidentes, el Tesorero y Secretario General (...) que estará facultado para adoptar decisiones que fueren de competencia de Junta Directiva cuando existan circunstancia de urgencia o imperiosa necesidad”.

Decisiones que, como el propio artículo recoge, “deberán estar ratificadas en la primera reunión ordinaria o extraordinaria de la Junta Directiva si fuera necesario”. Dada la situación de excepcionalidad por la que está pasando Luis Enrique, podía entenderse que el presidente de la RFEF consideró acudir a este Comité de Urgencia para decidir el relevo en el banquillo de la selección.

La verdad es que ayer jueves, con motivo de la Junta Directiva previa al sorteo de Primera División, Luis Rubiales sometió a aprobación este punto ante todos los miembros que acudieron a la Ciudad Deportiva del Fútbol. Algo que es obligatorio para que de esta forma quede constancia en el acta de la junta celebrada el 4 de julio del 2019 que se sometió a votación la designación del nuevo seleccionador, conforme establecen los Estatutos.

De esta forma, la RFEF evita que alguien pueda impugnar el nombramiento del nuevo seleccionador considerando que no se ajusta a los Estatutos. Es más, el apoyo y respaldo fue total de todos los miembros de la Junta con el nuevo seleccionador. Una reunión donde volvieron a ausentarse tanto Josep María Bartomeu, presidente del Fútbol Club Barcelona, como también su homónimo en el Real Madrid, Florentino Pérez.