Un exjugador de rugby se desmaya al ser condenado a cadena perpetua

Máximo Thomsen participó junto a otros siete compañeros del club Náutico Arsenal de Zárate del asesinato de Fernando Báez

Antes se le había podido ver tambaleándose de un lado a otro hasta que el personal de seguridad tuvo que agarrarlo en el aire cuando cayó

Máximo Thomsen, uno de los asesinos de Fernando Báez Sosa, se desvaneció cuando escuchó la sentencia

Máximo Thomsen, uno de los asesinos de Fernando Báez Sosa, se desvaneció cuando escuchó la sentencia / Twitter

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Máximo Thomsen, junto a Luciano Pertossi, Enzo Comelli, Matias Benicelli y Ciro Pertossi fueron condenados a prisión perpetua por ser "coautores del delito de homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas", mientras que Lucas Pertossi, Blas Cinalli y Ayrton Viollaz, por su parte, fueron condenados a 15 años de prisión por ser partícipes secundarios.

Los acusados del asesinato de Fernando Báez Sosa escucharon de pie la sentencia y, tras oír el veredicto de condena a prisión perpetua, Máximo Thomsen se desvaneció. Antes se le había podido ver tambaleándose de un lado a otro hasta que el personal de seguridad tuvo que agarrarlo en el aire cuando cayó.

Tras el incidente, la jueza decidió llamar a un médico para asistirlo y cuando se procedió de nuevo a la lectura de la sentencia, Máximo Thomsen ya no estaba en la sala y los padres de los acusados tampoco. Luciano Pertossi fue el único acusado que lloró desconsoladamente ante la sentencia a condena perpetua.

El 16 de enero, Máximo Thomsen hizo su declaración durante el juicio: "Quiero pedir disculpas, jamás en la vida tuve intenciones de matar a alguien, es algo que nunca hubiese buscado. Quería dar la realidad de lo que ha pasado esa noche”.

Thomsen, el joven al que se le atribuyó una patada en la cabeza de la víctima, al que testigos y peritos comprometieron durante las dos primeras semanas de audiencias en los Tribunales de Dolores, pidió perdón, pero no confesó. Admitió "haber pegado una o dos patadas", pero dijo no saber a quién ni tampoco cómo. 

La declaración de Thomsen, de 23 años, fue el momento más importante de la undécima jornada del juicio a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 1 de Dolores. Los padres de la víctima, Silvino Báez y Graciela Sosa, ya no estaban en la sala de audiencia.