Carla vuelve a ser Carla y se regala un gran partido

Carla Suárez volvió a sentirse tenista. Su lucha incansable para superar un linfoma de Hodgkin que quedó en el olvido el pasado mes de abril tuvo un bonito premio, volver a jugar un Grand Slam, Roland Garros, para poder despedirse del tenis como ella quería, en la pista, compitiendo y no en una habitación de un hospital.

No eran nervios lo que había, o quizás un poco sí, pero lo que se palpaba enormemente en la pista Simonne Mathieu era una gran emoción. Estamos hablando del primer partido oficial de Carla tras el cáncer que, después de unos meses entrenando, se vio preparada para afrontar su último Roland Garros. 

Como se diría en estos casos, el resultado era lo de menos, pero la tenista canaria es una luchadora y sin duda en cuanto entró en la pista lo hizo para intentar ganar. No lo tenía fácil porque enfrente estaba la norteamericana Sloane Stephens, quien tampoco está en su mejor momento y actualmente ocupa la posición número 59 del ranking WTA, pero supo gestionar bien el tempo de un partido que no era fácil debido a las circunstancias que lo envolvían y se acabó imponiendo por 3-6, 7-6 (4) y 6-4.

Muy firme todo el partido

Carla empezó fuerte, llevando la iniciativa del partido, dominando a Stephens y aprovechando los errores de su rival para ir ganando terreno. Lograba un 4-1 tras un break en el cuarto juego y con otra rotura en el octavo se llevaba la primera manga (6-3).

En el segundo set, Carla siguió firme en la pista tras varias roturas de servicio se llegó a un disputadísimo tie break que se llevó la estadounidense.

En la tercera manga la canaria siguió dando guerra pero al final físicamente no podía más y cedió por 3-6, 7-6 (4) y 6-4. Una pena la derrota, pero la mejor noticia es que Carla vuelve a ser Carla.