Pablo Carreño se regala un duelo con Nadal en París

Pablo Carreño disputará sus primeros cuartos de final de Grand Slam

Pablo Carreño disputará sus primeros cuartos de final de Grand Slam / AFP

Neus Yerro

Pablo Carreño grita. Después, en la silla, tras abrazarse con todo su equipo, llora. Acaba de clasificarse, por primera vez, para los cuartos de final de un Grand Slam. Y, encima, en Roland Garros. Y, para rematarlo, regalándose un duelo con el rey del torneo, Rafa Nadal.

Carreño se impuso al canadiense Milos Raonic, quinto cabeza de serie, por 4-6, 7-6 (2), 6-7 (6), 6-4 y 8-6. Necesitó cuatro horas y 17 minutos de juego y siete puntos de partido para conseguir el billete para la ronda de los ocho mejores.

El tenista de Gijón apuntaba alto. Pero está siendo los dos últimos años, y en especial, en este 2017, cuando ha dado ese salto de calidad que estaba buscando. Ese salto que le permite codearse con los mejores. 

"Pablo está llevando una evolución fantástica y me alegro por él. Es buena gente y creo que lo merece", dijo Nadal del hombre al que tendrá que retar el martes en Roland Garros. El balear hablaba sin saber todavía si sería su amigo o bien Raonic con quien tendría que verse las caras.

Carreño tuvo que remontar dos veces en el marcador, tuvo que aguantar los ataques continuados de Milos (prueba de ello, los 92 winners pero también los 84 errores del canadiense) y tuvo que mantener la cabeza fría (algo prácticamente imposible) al ver cómo las oportunidades se escapaban.

Porque pudo sentenciar antes: sirvió en dos ocasiones para partido (5-4 y 6-5) y las dos veces perdió su saque. Pero no la compostura. Y así siguió concediéndose puntos de partido. Al séptimo, la victoria, el éxtasis y las lágrimas.

Y el tenis español que ya se ha asegurado la presencia en las semifinales masculinas de Roland Garros.