El Madrid se lleva un susto ante el Fuenlabrada

LACOPA | Real Madrid - Fuenlabrada (2-2)

LACOPA | Real Madrid - Fuenlabrada (2-2) / LACOPA

Javier Giraldo

Javier Giraldo

El Madrid rozó el ridículo ante el Fuenlabrada: solo la entrada de Gareth Bale alivió al equipo de Zidane, que jugó un partido demasiado pobre ante un rival entusiasta que estuvo a punto de comprometer la eliminatoria.

El Bernabéu acabó mosqueado con su equipo: no fue para menos porque más allá de Bale, que reapareció tras 63 días lesionado, y de los dos goles puntuales de Borja Mayoral, el Madrid no ofreció nada, en un partido para olvidar y que además alimenta el debate sobre la portería blanca tras el clamoroso error de Keylor Navas en el gol del 'Fuenla'.

El peso del partido lo llevó el Fuenlabrada, que empezó a avisar de sus intenciones en el minuto 4, cuando Hugo Fraile remató en boca de gol ante la oposición de Achraf.

El Madrid supo que le esperaba una noche incómoda, pero no hizo nada para remediarlo. Sin centro del campo, con Ceballos y Kovacic desconectados y Borja Mayoral desasistido en ataque, el Madrid era una caricatura de equipo ante un Segunda B. 

el susto en el cuerpo

El Fuenlabrada se adelantó en el minuto 25 con un gol que retrató las carencias de Keylor Navas: Luis Milla, hijo de Milla, enganchó un remate muy potente desde unos 25 metros, pero centrado. Teóricamente, un balón relativamente fácil para un portero profesional, pero no para el costarricence, que no acertó a blocar ni a despejar

El 0-1 empezó a encender las primeras alarmas en el Madrid: Zidane, intentó espolear a sus jugadores, pero no movió piezas. Reclamó más protagonismo a Kovacic y Ceballos, los futbolistas llamados a imponer su jerarquía en el centro del campo y que hasta ese momento estaban desaparecidos.

El riesgo y el miedo a un ridículo histórico mantuvieron al Madrid con los ojos abiertos. Ceballos la pidió entre líneas y el Madrid intentó aprovechar las bandas (sobre todo la derecha, con Achraf) para poner en apuros al Fuenlabrada, que no tuvo más remedio que dar un paso atrás.

Pero el 'Fuenla' no se deshizo: el equipo de Segunda B jugó siempre muy ordenado, fiel a su idea de sacar el balón jugado, recurriendo a los pelotazos solo en caso de necesidad. 

Ceballos y Franchu dispusieron de sendas ocasiones claras antes del descanso, pero no estuvieron acertados ante Freixanet: sus disparos, desenfocados, fueron el reflejo de un equipo plano, sin ideas y sin chispa.

pitos al descanso

La imagen del Madrid en la primera mitad fue tan pobre que el Bernabéu despidió a su equipo con silbidos en el descanso: un toque de atención para recordar la diferencia de categoría entre ambos equipos. Por momentos, el Fuenlabrada pareció de Primera y el Madrid, de Segunda B. 

En la reanudación, el Madrid se estiró en busca del empate. Pero el equipo de Zidane era incapaz de hacerse con el partido, hasta el punto de que el 'Fuenla' estuvo a punto de dar la campanada: primero Matheus a la salida de un córner y luego Cata Díaz, tras un golpe franco, pusieron en apuros a Navas con dos remates muy comprometidos: el de Cata se estrelló en el larguero, en una acción que desató las iras del público de Chamartín. Fue el punto de inflexión del partido, la acción que marcó la suerte del Fuenlabrada

A Zidane no le quedó otra que recurrir a la carta Bale'. El galés, lesionado desde el 26 de septiembre, reapareció en el momento más oportuno. Su irrupción en el partido fue balsámica para el Madrid: el primer balón que tocó fue un excelente centro con el exterior de la zurda, desde el costado derecho, rematado de cabeza por Mayoral. El balón tocó el larguero, botó en línea de gol y se coló en la portería del Fuenlabrada. El Madrid empezaba a conjurar todos los fantasmas del 'Alcorconazo'.

un resultado engañoso

El 1-1, sin embargo, apenas alteró el guión del partido. El Fuenlabrada siguió mirando a los ojos al Madrid: suyas fueron las mejores ocasiones del partido, a pesar de que Bale volvió a entrar en escena para fabricar el 2-1, también obra de Mayoral, al aprovechar un rechace.

El Madrid cerró la eliminatoria, pero no el partido: entraron Quezada y Seoane para rodarse con el primer equipo, pero el Madrid siguió plano y sin ritmo, con poco fútbol, demasiado espeso.

Lo aprovechó el Fuenlabrada para acabar firmando el 2-2 en el tramo final, obra de Portillo al aprovechar un rechace en el área de Navas. El equipo de Segunda B se llevó al menos el honor de no perder en el Bernabéu mientras el Madrid se fue del partido con más dudas que certezas, varios jugadores señalados y un público cabreado