El Real Madrid no se fía del colista Leganés

Al Real Madrid se le exige ganar convenciendo y más ante equipos como el Leganés, que llega al Bernabéu como colista de Primera. El ruido que genera cualquier detalle incomoda a un equipo exigido, que llega al partido con 10 días de descanso por el aplazamiento del Clásico, con los ecos que provoca la insólita situación de Bale, con la ansiedad por ver la mejor versión de Hazard, con una gran crisis goleadora o las dudas del ‘estilo Zidane’, entre otros cientos de detalles que acechan al equipo.  Es el precio de la fama, de lo que arrastra, del dinero que genera y que no tendrá ya descanso salvo si no gana títulos. Es lo que hay.

Este es un Madrid poco fiable que saca sus partidos con apuros, los mismos que tiene el Leganés. Un rival tan necesitado que ni se agarra al ‘pepinazo’ copero del curso pasado, aunque volver a ganar le daría la vida. Llega de puntillas para no despertar a la fiera, con Luis Cembranos como interino que en su debut logró el primer triunfo de la temporada. La afición blanquiazul se agarra al “sí se puede” luchar por la permanencia y retar a los blancos tras la primera victoria es un ejercicio ilusionante. 

Zidane recupera a Modric y Lucas Vázquez, pierde a James por paternidad, y sigue sin contar con Bale, Nacho y Asensio. 

Sobre el papel alineará su mejor once salvo el galés, al que podría volver a sustituir Rodrygo tras su buen partido ante el Galatasaray. La sorpresa es que ha dejado a Vinicius en la grada, no se sabe si castigado o para frenar esa ansiedad que convierte el oro en plomo cuando se trata de marcar o dar un pase de gol. Zidane sabe que además de ganar bien necesitan hacer un partido bonito, lo contrario sería motivo de más críticas. 

Luis Cembranos tiene tocado a Siovas, aunque le esperará hasta último momento. “Algunos llegan con sobrecargas y hay jugadores que acabaron con alguna molestia”, comenta el técnico y agrega: “Tenemos que demostrar que no somos el peor equipo de Primera”.