Proyecto fallido

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

El Real Madrid ganaba en Kiev su tercera Champions League consecutiva en mayo del 2018, cuarta en cinco años, poniendo colofón a su mejor etapa en Europa de los últimos 45 años. Ancelotti, una, y Zidane, tres, llevaron al equipo a lo más alto con un elenco de jugadores reconocido en todo el planeta. Hoy, dos temporadas y media después, aquel proyecto está en descomposición en la que sobrevive una columna vertebral sobrecargada en años y que no es escapa al paso del tiempo y al desgaste de la máxima competición.

El Real Madrid no ha sabido renovarse, ha extraviado su política de fichajes pese a haber apostado por jugadores importantes como Hazard, pero apoyado en una nueva política de jóvenes con proyección que dieran relevo a ese bloque que sobrevive a una etapa inolvidable. Desde el triunfo ante el Liverpool en Kiev el Madrid ha fichado doce jugadores, dos están cedidos (Reinier y Brahim) y se ha deshecho de otros diez con Cristiano Ronaldo a la cabeza, el símbolo de un equipo que rompió récords en el continente.

{"zeta-legacy-video":{"videoId":"10711595"}}

FICHAJES IMPRODUCTIVOS

El Real Madrid ha ido perdiendo potencial sin encontrar relevos reales a los titulares. Son buenos fichajes, pero Zidane concede papeles secundarios que les impide crecer. Su base sigue siendo la misma, en la que solo Mendy y Courtois se han hecho un hueco entre los titulares a la espera de que su fichaje estrella, Eden Hazard, lidere el ataque, aunque su edad no invita al optimismo, 30 años en enero. Al belga se suma una apuesta goleadora que ha fallado, Jovic, que no ha encajado en el estilo del equipo.

Nadie puede quejarse de que Florentino Pérez no se haya gastado el dinero, solo Hazard y Jovic costaron 220 millones. A esto se suma que algunos jugadores consagrados han dejado de producir fútbol, Isco y Marcelo, lo que empobrece aún más el rendimiento del equipo. Además, secundarios rentables que respondían para dar descanso a los titulares han perdido regularidad como Lucas Vázquez y Nacho. El resultado es que de aquel proyecto campeón quedan residuos en los que Zidane carga toda la responsabilidad sin dar continuidad a las alternativas.