La peor temporada de Sergio Ramos

En el Real Madrid siguen esperando a Sergio Ramos. Termina contrato el 30 de junio y no ha contestado a la oferta cerrada que le ha hecho el club, un año contrato y el mismo salario con la doble reducción del 10% en los ajustes salariales por la crisis provocada por la pandemia. Una oferta generosa teniendo en cuenta que ha cumplido los 35 años y que ha sido su peor temporada desde que juega en el equipo madridista.

PRIORIDAD A LA SELECCIÓN

Lleva 16 años en el equipo en el que ha jugado 671 un partidos, que hace una media de 42 por temporada. Este año ha jugado menos de la mitad, 21 cifra cerrada ya que no estará en el último compromiso de la temporada ante el Villarreal por lesión. Sin embargo, sí ha jugado 10 de los 11 partidos que ha disputado la selección española, aunque tres fueran testimoniales para engordar sus entorchados en busca de batir el récord mundial de ser el jugador que más partidos ha lucido la camiseta de su país.

El sevillano ha sufrido cinco frenazos este curso por los percances físicos. Empezó con las primeras molestias en la rodilla a mediados de octubre, cinco días de baja y un partido perdido. Se lesión el 18 de noviembre con España con una lesión en el bíceps femoral, 18 días de baja y 5 partidos perdidos. Pero las molestias de rodilla continuaban y a mediados de enero se supo que se infiltró la zona dañada para jugar la Supercopa de España, 20 días de baja hasta que el 6 de febrero decidió operarse el menisco interno de la rodilla izquierda. Fueron 55 días en la enfermería y 10 partidos de baja. 

NO HA LEVANTADO CABEZA POR LAS LESIONES

Volvió el 12 de marzo para jugar ante el Elche y el Atalanta para volver a resentirse, pero acudió a la llamada de la selección con la que se volvió a lesionar en el gemelo interno izquierdo. Poco después pasó el coronavirus, del 13 al 23 de abril. Otros 33 días de baja para forzar el 5 de mayo y jugar contra el Chelsea para sufrir su última lesión, una tendinosis del músculo semimembranoso de la pierna izquierda. No ha vuelto a jugar.

Las consecuencias han sido jugar 21 de los 51 partidos del Real Madrid, más 10 con la selección española. Es valorable que haya arriesgado jugar con su equipo en partidos importantes como el Atalanta y el Chelsea, pero en el club no entienden como ha acudido a las llamadas de la selección cuando físicamente no estaba en condiciones. La conclusión es que no ha rendido a su verdadero nivel por culpa de los percances físicos.