El Real Madrid propina una paliza a un Celta sin amor propio

Toni Frieros

Toni Frieros

El Real Madrid se dio un festín de goles y de fútbol ante un Celta más contemplativo que combativo y más voluntarioso que efectivo. Zidane tiró de fondo de armario y de plantilla para presentar frente al equipo gallego un once donde solamente repetían tres jugadores (NachoCasemiro Benzema) del equipo que el pasado miércoles perdió ante el Sevilla en Nervión.

112683

LaLiga

6
0
Alineaciones
Real Madrid
Keylor Navas; Achraf, Nacho, Varane, Marcelo; Casemiro, Kroos, Modric, Isco (Marco Asensio, m.64); Bale (Lucas Vázquez, m.71) y Benzema (Borja Mayoral, m.64).
Celta
Sergio Álvarez; Hugo Mallo, Sergi Gómez, Roncaglia, Jonny; Wass, Lobotka, Jozabed (Radoja, m.71), Brais Méndez; Lucas Boyé (Pablo Hernández, m.46) y Maxi Gómez.

Sin Sergio RamosCristiano Ronaldo o Carvajal, entre otras ausencia, el Real Madrid no tuvo excesiva oposición en un Celta con una defensa muy adelantada. Así llegó el primer gol a los doce minutos. Keylor pasó a Modric y el croata realizó un pase en profundidad para que Bale, en posición muy dudosa, galopara hacia la meta de Sergio y le batiera con un certero y ajustado disparo que entró después de golpear en la cepa del poste.

El Madrid, ordenado y presionando arriba, le amargó la vida al Celta por su banda izquierda, donde Jonny sufró con las internadas de Achraf y las incursiones de Bale. Es cierto que la cara del partido hubiera cambiado un poco si el colegiado cántabro González Fuertes hubiera señalado un claro penalty por un derribo de Casemiro Brais del área madridista. Una jugada que acabó en gol anulado al Celta.

Los blancos volvieron a demostrar que son letales al contragolpe cuando un extraordinario pase de Isco desde sesenta metros le permitió a Bale llegar a la línea de fondo del Celta para recortar a Jonny y soltar un potentísimo zurdazo ante el que nada puso hacer Sergio. Aún no se había recuperado el Celta de ese golpe cuando dos minutos más tarde, a los 31, Isco, que llevaba diecisiete días fuera de los terrenos de juego, se inventó un disparo con rosca desde la izquierda que entró por toda la escuadra de la portería del Celta. Un auténtico golazo.

Inoperante en la sala de máquinas, el Celta solamente se acercó con peligro a la portería de Keylor Navas cuando ya se acababa la primera parte y en esa ocasión estuvo el meta blanco para evitar el gol después de un certero remate de cabeza de Wass que despejó a corner sobre la misma línea de gol.

Mas de lo mismo

El Celta no regresó del descanso con la lección aprendida ni el amor propio herido, porque en los inicios volvió a mostrarse débil e indolente. El Madrid superó con facilidad las dos líneas de presión del Celta, que continuó haciendo aguas por su lateral izquierdo. A los seis minutos de la reanudación, un pase de Benzema a Achraf lo aprovechó el canterano para internarse en el área y batir a Sergio. Un gol que aniquilaba las ganas de recuperación del Celta.

Sin la presión de los puntos, los jugadores del Real Madrid no bajaron la guardia ni se durmieron, intentando ofrecer un buen espectáculo y divertir a los 56.000 espectadores que se dieron cita en el Bernabéu. 

Zidane, ya con todo decidido, empezó a mover en banquillo y dio entrada de golpe a Asensio Mayoral por Isco y Benzema. Fue una fase del partido donde el Madrid ya empezó a pensar más en Kiev y el Celta, sin agresividad ni presión, a aceptar su destino. Incluso colaboró con el Madrid en su goleada cuando el defensa catalán Sergi Gómez batió a su propio portero al despejar hacia su portería un centro dentro del área de Asensio.

Unzué dio entrada a Iago Aspas para intentar conseguir el gol del honor, pero lo que llegó fue el sexto gol del Madrid, al que todo le salía a pedir de boca. Kross se sumó a la fiebre goleadora al rematar a placer un pase de Mayoral. Con un Celta sin amor propio, el Madrid se dio un festín para despedirse de su afición en partido de Liga